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La historia de las vacunas, uno de los mayores logros de la ciencia: Antonio Lazcano

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Guadalajara, Jalisco

Las vacunas representan uno de los grandes triunfos de la ciencia médica, pero a menudo se nos olvida que los métodos de inmunización tienen tras de sí una larga tradición que probablemente comenzó hace miles de años. 

El científico Antonio Lazcano, en compañía de María Emilia Beyer en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, narró de manera extraordinaria un poco de los inicios de la vacunación en la historia. 

Con carisma y su característico humor, Lazcano introdujo la historia de las vacunas con una breve resumen de los daños de la viruela en las comunidades antiguas de México. 

“La llegada de los españoles venía con alguien portador de la viruela y la mortandad fue horrorosa”, dijo. En el siglo Lady Montagu, una mujer curiosa y de clase, llegó a Estambul y se enamoró de la cultura otomana. “Los otomanos que están del otro lado del mundo, con música y arquitectura maravillosa, resultó que supieron cómo prevenir la viruela y Lady decidió inocular a su hijo. Le cuenta a la Princesa de Gales, al enterarse por Lady, decidió inocular a sus hijos”, prosiguió. 

Por esas épocas, se comienza a extender la idea de la inoculación, hasta médicos que se convirtieron en los inoculadores. “Se empezó a encender el rumor, pero la princesa de Austria tenía una gran visión de estado que decide inocular a toda la familia real, ahí su hija también continuó con esa práctica. Las damas de la corte hacen toda una campaña con los medios a su disposición para promover la inoculación”, contó.

Voltaire, exiliado en Inglaterra, (donde conoce a las sobrinas de Newton y comenzó a contar la idea de la manzana que nunca existió”, era amigo cercano de la emperatriz de Rusia, Catalina la grande y toma una decisión extraordinaria. Ella tenía un hijo y llegó a la conclusión de que tiene que proteger a la dinastía, por lo que inocular a su hijo contra la viruela era la opción, pero primero se inoculó así misma antes que a su heredero. 

Thomas Dimsdale fue el encargado de ese procedimiento, por lo que pide a las autoridades un niño que haya padecido viruela pero que haya sobrevivido para extraerle las “cascaritas” (costras) de las marcas de la viruela.

Ella decide que la inoculen enfrente de toda la corte. “Luego del acto, la emperatriz se retira a un palacio por 4 o 5 días con una pequeña fiebre; regresa y convoca a toda la corte para demostrar que sobrevivió al procedimiento. Nuevamente, delante de la corte, inoculan a su hijo: así es como se extiende la vacunación en Rusia”, dijo Lazcano. 

Edward Jenner, una figura médica, tenía una granja de vacas y había una ordeñadora que tenía unas pústulas parecidas a las de la viruela y, a su vez, eran como las de las vacas en sus ubres, pero curiosamente a las ordeñadoras no les daba viruela. “Decide tomar pus de las pústulas de las vacas y decide inmunizar a un niño pobre con ello para demostrar la eficacia de la inoculación. Jenner sigue con cuidado la evolución del niño, y dice que en caso de morir, se le dé una casa de su propiedad al niño”. Este procedimiento llegó a extenderse por toda Europa. 

¿Cómo surgió el rechazo a las vacunas?

Durante el siglo XIX, el rumor de las vacunas se extiende y comienza a haber un rechazo a estas de forma ideológica: se repartían volantes y se creaban himnos, por ejemplo. 

¿Por qué surgió el rechazo a las vacunas? Durante las inoculaciones, las agujas que se utilizaban eran las mismas y se usaban muchas veces para soldados, mujeres o niños. Otra idea que abonó a este rechazo fue la de “la pureza del cuerpo, por lo que introducir algo ajeno a este era rechazado y más si era una orden del poder porque se perdía libertad”, explicó Lazcano. 

En el caso de México, lo que contribuyó a la incredulidad de la vacunación fue la medicina tradicional y el fracaso de la medicina moderna ante enfermedades como Alzheimer o algunos cánceres.

Al finalizar la charla, las preguntas en torno de las vacunas de la COVID-19 naturalmente surgieron y Antonio Lazcano reconoció ciertos efectos secundarios extremadamente raros, pero enfatizó en que los beneficios habrían sido mucho mayores.

Por: Leslie Almanza / NCC Iberoamérica.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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