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Nanotecnología y bagazo de agave para tratar úlceras diabéticas

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México.

Recientemente, la población mexicana se ha percatado de un alza en los precios de los medicamentos y tratamientos.

De acuerdo con los datos de la cuenta satélite del sector salud del INEGI de 2020, los precios en el sector salud han tenido un incremento del 3.1 por ciento respecto al año pasado.

Lo cierto es que este aumento ha afectado de igual manera a otros tratamientos como el de la diabetes, enfermedad que en México se encuentra en el tercer lugar de las principales causas de muerte durante la pandemia.

Afortunadamente, los avances tecnológicos y científicos se han enfocado en desarrollar productos para el tratamiento de enfermedades a un costo menor de los ya disponibles en el mercado y que ayudan a aprovechar de una mejor manera los residuos orgánicos que generan algunas industrias.

Tal es el caso de Enrique González, director y cofundador de la empresa tapatía Nanoblast, que desde hace 5 años busca lanzar al mercado un apósito: un producto sanitario en forma de gasa que tiene como objetivo acelerar la cicatrización de la piel en heridas crónicas, como las que padecen en miembros inferiores algunos pacientes con diabetes.

Esta innovación tiene como material el desecho orgánico de la industria tequilera, el bagazo del agave. En búsqueda de opciones que permitieran hacer más accesible el tratamiento de las úlceras crónicas, pensaron en materiales orgánicos que se desechan de algunas industrias y pueden ser aprovechados en función de la medicina y al mismo tiempo, ayudar al medio ambiente.

Fue así cuando comenzaron a experimentar con el bagazo del agave, el cual, al ser procesado correctamente, es posible convertirlo en una estructura que cumpla la función de un apósito.

Este producto se generó a partir de las historias familiares de los fundadores de Nanoblast, en los que cada uno acompañó a sus familiares diabéticos en el cuidado y limpieza de una úlcera diabética.

“Hay una tasa de amputaciones altísima. Cada 30 segundos una persona a nivel mundial es amputada en mayor parte se debe a que no recibe un tratamiento adecuado. Se le da una esperanza de vida de entre 3 y 5 años, por ello buscamos hacerlo más accesible: evitar una amputación es salvar una vida”, explicó Enrique González, director y cofundador de Nanoblast.

Este apósito que se propone acortar los tiempos de tratamiento del pie diabético, es creado a partir de una tecnología patentada en la que se desarrollan andamios moleculares en donde el bagazo del agave se modifica a un nivel tan pequeño, que solo es posible dentro del campo multidisciplinar que caracteriza a la nanotecnología.

A pesar de que los beneficios que se obtienen de la nanotecnología son grandes, en México aún es un campo poco desarrollado y divulgado.

No obstante, proyectos como el apósito con base de bagazo del agave, muestran que este campo tiene un sinfín de oportunidades de emprendimientos que pueden ayudar en los aspectos socioeconómicos y ambientales de nuestra sociedad. 

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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