Camilo Cortés

Plumas NCC | Eterna primavera

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Por: Camilo Cortés-Useche (Colombia).

Entre cordilleras que atraviesan mi país, se extiende una tierra verde y diversa. Siempre causó en mi curiosidad ese paisaje, seducido por las montañas y ese clima donde la temperatura cálida y el aire ligeramente fresco hacen brotar alegría. Privilegiada tierra me llevo a ser unos de sus invitados más entusiastas, el viaje familiar incluía especialidades de la cocina montañera (cazuela de frijoles), algunas trovas para amenizar las reuniones y vistas panorámicas espectaculares, tal cual renovación de vida.

Como toda aventura apareció la oportunidad para actividades más intensas, una de ellas retando ese impulso de competición, me llevó a subir una cúspide, sin embargo, en ese proceso de aprendizaje caí de bruces en suelo paisa, unos instantes después me incorporé. Ahora después de levantarme unas cuantas veces, entiendo que hay circunstancias desafortunadas que te hacen caer, pero la mayor alegría es levantarse con propiedad.

He seguido de cerca el trabajo de Dra. Calle-Triviño, una investigadora valiente y auténtica que lleva 15 años o más aplicando instrumentos para ayudar a levantar a los corales, animales coloniales, constituidos por pólipos que forman asociaciones mutualistas estrechas con algas fotosintéticas endosimbióticas del género Symbiodinium.

Las caídas de estos organismos cada vez son más desafortunadas, actividades humanas han derivado en perturbaciones que tienen alcances regionales y/o locales. Además, del cambio climático, la expansión de fronteras urbanas, el uso de fertilizantes, el desarrollo no planificado de las zonas costeras, la contaminación por nutrientes, las actividades extractivas y pesqueras, están influyendo de manera directa e indirecta en la salud de los corales.

Ante ese panorama vapuleado, surge la restauración ecológica, con esas características primaverales de florecimiento, es una herramienta importante en los esfuerzos de conservación de la biodiversidad, para revertir la degradación ambiental y para moderar el cambio climático.

Su objetivo final es recuperar los atributos esenciales que definen el ecosistema y le dan su identidad, como su composición, su estructura, su función y las propiedades que influyen en la cantidad y calidad de los servicios ecosistémicos que este provee.

En los últimos 20 años, la restauración activa (intervención humana) para mitigar las disminuciones en la cobertura coralina ha aumentado en todo el mundo y la propagación coralina para la restauración ahora se considera un componente esencial de los planes de conservación y manejo de coral.

La restauración de arrecifes consiste en acelerar el proceso de recuperación de los corales escleractínios después de un disturbio, sea de origen natural o humano, que impacte el arrecife severamente.

Las estrategias de restauración más utilizadas en el mundo son la propagación coralina vía reproducción sexual y asexual de las especies. Las técnicas de restauración pueden utilizarse para acelerar la recuperación de arrecifes impactados, apoyando sus procesos naturales. Sin embargo, es importante decidir cuál será la escala en la que se realizará el proyecto de restauración y cuáles serán sus alcances.

Es esencial precisar la conveniencia de restaurar arrecifes afectados por mortalidad a causa de blanqueamiento, enfermedades, sedimentación o contaminación, sobre todo porque idealmente para llevar a cabo un programa de restauración las fuentes de estrés deberían estar si no ausentes, aminoradas.

Esa alegría con la que ella levanta a los corales, implica soluciones multivariantes e incorporar un conocimiento sólido de la compleja biología del coral. En sus años de trabajo colectivo destaca la Dra. Calle-Triviño que los programas de restauración de coral proporcionan una serie de beneficios para los ecosistemas y las economías locales:

1) Se remodela las comunidades de arrecifes de coral (y la biota asociada), de tal forma que se están creando prácticamente nuevos ecosistemas, con nuevas funciones que antes no existían.

2) Se mantiene una alta diversidad genética disponible en los viveros, incluidas especies amenazadas y en peligro que aparentemente son “menos tolerantes” a los conductores del cambio climático.

3) Funcionan como repositorios genéticos de especies locales, que pueden estar combatiendo importantes impactos climáticos para especies dominantes y raras.

4) Los programas de restauración han demostrado aumentar la abundancia y cobertura coralinas, de este modo hay una mejora masiva de larvas, que a su vez aumenta la diversidad genética entre reclutas, en consecuencia, aumentan el potencial adaptativo y evolutivo, la resistencia a futuras perturbaciones y por ende la resiliencia y la conservación.

5) Promueve rutas de conectividad biológica, en el caso de los viveros ubicados en serie, pueden ser corredores biológicos que aumentan la conectividad entre parches arrecifales.

6) Con la creación de zonas de trasplante, contribuyen en la creación rápida de hábitat para peces e invertebrados que de otra forma tardarían décadas en formarse.

7) Favorecen de la conectividad física de las poblaciones adultas escasas mediante la creación de nuevas poblaciones reproductivas en áreas con grandes diferencias espaciales entre las colonias supervivientes (lo que mejora la probabilidad de una reproducción sexual exitosa.

8) Proporcionan una plataforma de investigación con una fuente sostenible de corales para la investigación experimental.

9) Brindan oportunidades únicas de voluntariado para las comunidades interesadas en participar en el proceso de restauración junto con los profesionales ciudadanos.

10) Ofrecen servicios económicos en forma de empleo y mejores oportunidades de turismo.

11) Por otra parte, los gametos y las larvas criados a partir de las poblaciones de viveros pueden proporcionar recursos clave para apoyar nuevas actividades de investigación como el endurecimiento de los corales y la evolución asistida.

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Ca­mi­lo Cor­tés es biólogo Marino. Maestro en Manejo de Ecosistemas Marinos y Costeros, doctor y post doctor en Ciencias Marinas. Su investigación en el área de la ecología marina en la República Dominicana le valió el reconocimiento del “Premio Dr. Alonso Fernández González 2020” a las Mejores Tesis de Posgrado del Cinvestav en la Categoría Doctorado. Forma parte del movimiento Wave of Change del Grupo Iberostar, como Coastal Health Regional Manager, donde trabaja en la salud Costera en la región Caribe, llevando a cabo investigación científica.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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