Por: Camilo Cortés- Useche, PhD.
Algunas anécdotas de aquella vida feroz no fueron nada fáciles para el navegante. Cuando se encontró solo entre las cuatro paredes de su habitación, sus primeros pensamientos fueron destapar esa botella, de esbelta figura y fino contenido para el paladar, sin embargo, una voz interior le sugirió mejor abrir su libro, sí, ese libro deseoso por terminarse con mayúsculas letras vividas hasta ahora, pero que escritas parecen ser minúsculas.
Tuvo entonces que hacer memoria de cada noche para no olvidar y de esta manera empezar a llenar esas páginas de su historia. Sediento de aventura y miedo también, se quitó la regata empapada de sudor, se tumbó en su sofá gris predilecto frente al espejo redondo envuelto entre los tentáculos del Kraken, que le hacían recordar cada vez que se posaba frente a él de dónde viene y hacia dónde va. Nostálgico, las primeras palabras que escribió en la portada fueron “Para hacerle justicia a la vida escribe tantas historias para que llegues a convertirte en ellas”.
Fue tan retumbante ese texto, que recordó con emoción las noches que vivió en Barcelona, San Pablo y Amsterdam. Cuando quiso ver la hora, 6 a.m. marcaba su hermoso reloj de titanio, se sintió por momentos desvalido, entre un túnel oscuro, esperando muchos colores al final, sus ojos cada minuto más rasgados por el peso del tiempo se iban cerrando.
Cuando amaneció, cerró el libro sobre su pecho y su collar de plata. Agobiado por los pensamientos fugaces y por el encierro, decidió cerrar sus ojos y entregarse al sueño de un gran océano, donde se puede nadar libremente, en lugar de ahogarse en una pecera pequeña.
Esta anécdota contemporánea, me llevó a recordar también un día fantástico en aguas del mundo, el pasado 21 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Pesca, en homenaje a las comunidades pesqueras, así como para resaltar la importancia de la actividad pesquera para la vida, y con la intención real de fomentar una pesca sustentable y ecosistemas marinos saludables.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hicieron un llamado para promover la protección social para los pescadores a pequeña escala y los trabajadores del sector pesquero este año con especial énfasis estará en el papel de los puertos pesqueros y cómo los puertos pueden contribuir a asegurar la sostenibilidad social del sector.
El Director General de la FAO, declaró: «La pesca a pequeña escala produce el 40 por ciento de todo el pescado que comemos. Sin embargo, muchos pescadores y trabajadores de la pesca a pequeña escala sufren la pobreza y la marginación, trabajan en condiciones deficientes, experimentan altas tasas de mortalidad y sufren riesgos de seguridad y salud en el trabajo.»
Según datos oficiales en América Latina y el Caribe, la pesca y la acuicultura genera más de 2.6 millones de trabajos directos, de los cuales el 85% está relacionado con la pesca artesanal. Además, el 85% del pescado que se consume en muchos países de la región provienen de la pesca artesanal, siendo para muchas comunidades, la fuente principal de proteína animal.
Es por esto que la FAO, a través de la Iniciativa Pesquerías Costeras (IPC) promueve un esfuerzo mundial para preservar los recursos marinos y asegurar la continuidad de la función fundamental de la pesca costera en la sociedad, contribuyendo a la seguridad alimentaria y al desarrollo económico y social.
El remanso del mar y el sueño de justicia me hace continuar escribiendo historias, esas mismas que deben quedar impresas, para dejar huella como artesano y comandante de aguas revueltas. En ese sentido el acompañamiento y reconocimiento a la gente del mar, la gestión del conocimiento más humano, la formación de talento y la defensa del territorio serán materia prima para asegurar anécdotas de vida.
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Camilo Cortés- Useche es biólogo Marino. Maestro en Manejo de Ecosistemas Marinos y Costeros, con doctorado e investigación postdoctoral en el área de las Ciencias Marinas. Su trabajo en el campo de la gestión y ecología marina en la República Dominicana le valió el reconocimiento del “Premio Dr. Alonso Fernández González 2020” a las Mejores Tesis de Posgrado del CINVESTAV en la Categoría Doctorado. Innovador de la sostenibilidad, científico y distinguido por sus aportes en la conservación de la naturaleza. Durante los últimos años ha liderando coaliciones para un modelo de resiliente al cambio climático basado en la ciencia, con una idea firme del desarrollo social justo.
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