Por: Aldo Saa­ve­dra (Chi­le)

¿Bajo qué contexto se originan las primeras universidades?

Si bien al siglo XI se lo conoce como el “siglo de las cruzadas”, es en este período histórico que el continente europeo será también escenario de importantes transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales.

Las ciudades (borgos) se beneficiarán gracias a la expansión del comercio, la economía rural y el artesanado, creciendo bajo el alero y control de monarquías y las instituciones eclesiásticas.

En esta época se verifican cambios en la forma de difusión de  los conocimientos, expandiéndose la edición de libros o manuscritos (códice), textos que serán copiados, leídos y estudiados por pequeñas comunidades (litterati) usualmente ligadas al poder político de la realeza y la iglesia. Estos libros eran codiciados objetos de lujo, que se fabricaban uno a uno y se conservaban en bibliotecas de los monasterios.

A nivel social, el nacimiento de la burguesía en los centros urbanos europeos,  será un ingrediente fundamental para impulsar las transformaciones económicas y culturales. Este factor tuvo un particular dinamismo en la región septentrional de la actual Italia, y más particularmente en la ciudad de Bolonia, urbe próspera cuya población ascendía a unos 30.000 habitantes. Allí se forman los primeros studium, comunidades de maestros y estudiantes, teniendo como base a tres instituciones educativas existentes en esa época: las escuelas monásticas, las escuelas catedralicias y las escuelas urbanas municipales.

De esta manera, la creación de los studium durante el siglo XI constituye la semilla de lo que hoy se conoce como universidades. La palabra universidad deriva de los vocablos latinos  “universitas” e “universum”, cuyo significado es “reunido en un todo”, para interpretar una institución que reúne el conjunto del saber, agrupando a maestros con prestigio y dedicación, y a estudiantes interesados en aprender.

Los registros históricos de esa época, consignan que el nacimiento de la primera comunidad universitaria que reunía a maestros y estudiantes, se verificó el año 1088 en la ciudad de Bolonia, es decir hace más de 930 años.

¿Cómo se estructuraba la vida universitaria en Bolonia hace más de 900 años?

Como se indicó, a fines del siglo XI, diversos maestros eruditos en la enseñanza de las artes liberales, condensadas en el Trivium (gramática, retórica y lógica) se reunían en los studium para dictar clases de Derecho. El estudio de la gramática se relacionaba con la lectura y la redacción. La retórica estaba asociada a desarrollar el arte del discurso persuasivo, y la lógica o dialéctica se visualizaba como el proceso del pensamiento y del análisis para obtener conclusiones confiables y objetivas.

En la instalación de la Escuela de Bolonia jugó un rol fundamental el jurista Irnerio, eminente maestro quien junto a sus discípulos (quattuor doctores) se dedicaron a estudiar, ordenar y comentar los textos jurídicos del Derecho Romano, empleando anotaciones interpretativas al margen, que eran denominadas glosas.

En poco tiempo, esta institución se transformó en un polo de atracción de muchos estudiantes europeos, estimándose en varios miles. Y para dar albergue y alimentación a esa gran cantidad de entusiastas alumnos, fueron simultáneamente creados hospicios o colegios.

Este verdadero fenómeno migratorio provocó un gran impacto en Europa central,  máxime que muchos estudiantes luego retornaban a sus ciudades de origen, entregando sus experiencias y los contenidos que habían aprendido en los studium.

Inicialmente, el financiamiento de esta institución corría por cuenta de los estudiantes quienes «compensaban» a los docentes bajo la forma de ofrendas (oblatio), debido a que el saber era considerado un don y por ende no podía ser vendido.

El dinero recogido por los estudiantes (collectio) no siempre alcanzaba para financiar a los docentes, por lo que la Comuna, entidad política encargada de normar y controlar la vida en la ciudad, debía intervenir para asegurar la continuidad de los estudios.

Un par de siglos más tarde, el costo del funcionamiento de los studium quedaría completamente a cargo de la Comuna, la cual pagaría el salario a los maestros más prestigiosos. Bajo este contexto, se dio paso al concepto de jerarquización académica de los maestros, diferenciando a los docentes ordinarios de los aprendices. Estos últimos eran los estudiantes aventajados que, habiendo rendido un cierto número de exámenes, sostenido públicamente una discusión (tesis), se hacían meritorios de asumir provisoriamente la enseñanza de una asignatura.

Alma Máter Studiorum

El período histórico en que se creó la primera universidad europea en la ciudad de Bolonia, estuvo caracterizado por grandes tensiones políticas, luchas de poder y cambios a nivel europeo. Es una etapa en que se discuten nuevas relaciones entre estado e iglesia, motivo por el cual las enseñanzas que entregaban los studium en torno a los preceptos del derecho romano y el derecho canónico eran de gran importancia.

La naciente Universidad de Bolonia se acercaría a una visión laica, libre e independiente. En este contexto surge el lema en que caracteriza a la institución hasta hoy día: Alma Máter Studiorum. Para ilustrar su significado hay que remontarse a la antigua Roma, donde Alma Máter se refería a la diosa madre («madre que nutre o que cuida»), y que con la llegada del cristianismo se asociaría a la virgen María. De esta manera, el lema completo Alma Máter Studiorum, tiene el significado literal de “Madre cuidadora de los estudios”.

En los siguientes siglos, el mundo universitario europeo se expandiría notablemente, creándose más universidades en otras regiones, principalmente en Italia, España, Francia e Inglaterra, incorporando más contenidos y ramas del saber: derecho, teología, filosofía, aritmética, geometría, música, astronomía y medicina.

Entre los siglos XII y XV se fundan más de 50 universidades, entre ellas las universidades de Padua, Napoli y la Sapienza de Roma, las universidades de Oxford y Cambridge en Inglaterra, las universidades de París y Montpellier en Francia, y la universidad de Salamanca en España.

A modo de conclusión, el origen de las instituciones universitarias no fue un acontecimiento fortuito, sino que proviene de necesidades históricas y circunstancias definidas.

En su génesis confluyeron maestros y alumnos: los maestros cuyo rol era enseñar, es decir transmitir sus conocimientos mientras estudian e investigan, y los alumnos que libremente se adscribían al estudio para aprender y profundizar una determinada disciplina.

***

Aldo Saa­ve­dra es aca­dé­mi­co del De­par­ta­men­to de In­ge­nie­ría Quí­mi­ca de la Uni­ver­si­dad de San­tia­go. Doc­tor en In­ge­nie­ría Quí­mi­ca, In­ge­nie­ro Ci­vil Quí­mi­co, in­ves­ti­ga­dor del La­bo­ra­to­rio de Pro­ce­sos de Se­pa­ra­ción por Mem­bra­nas del De­par­ta­men­to de In­ge­nie­ría Quí­mi­ca. Su prin­ci­pal lí­nea de in­ves­ti­ga­ción es la desa­li­ni­za­ción y tra­ta­mien­to de aguas para su em­pleo en rie­go agrí­co­la, agua po­ta­ble y pro­ce­sos pro­duc­ti­vos.