Por: Paola Gordon Luna (Panamá – México).
El acceso al agua y al saneamiento son derechos humanos; sin embargo, según datos de Naciones Unidas, más de 3,000 millones de personas y dos de cada cinco centros de salud en el mundo carecen de acceso adecuado a instalaciones de higiene de manos.
La falta de acceso a agua y saneamiento tiene repercusiones en la salud, la economía, la seguridad y el florecimiento personal y profesional de las personas y sus descendencias.
En estos tiempos de pandemia, por COVID-19, esta situación es más notoria, pues el lavado de manos es muy relevante para prevenir la propagación del virus. Aún cuando la densidad poblacional y los altos niveles de interconectividad global y local hacen que las zonas urbanas sean particularmente vulnerables a la dispersión del virus, especialmente en aquellas que no cuentan o tienen servicios limitados de higiene, la situación es aún más compleja para los asentamientos informales y barrios marginales.
Los asentamientos informales son áreas residenciales donde los habitantes no cuentan con la acreditación adecuada de tenencia sobre la tierra o viviendas en las que habitan mediante ocupación ilegal o alquiler informal. Los barrios marginales son los asentamientos informales más necesitados y excluidos del progreso colectivo de la humanidad.
Generalmente, carecen de servicios básicos e infraestructura urbana adecuados y las viviendas podrían no cumplir con reglamentos de construcción o ubicarse en zonas peligrosas. Se estima que más de86 millones de hogares en América Latina y el Caribe residen en asentamientos informales con condiciones precarias de hacinamiento, pobreza y exclusión social.
El crecimiento poblacional, los altos costos de vivienda, la falta de planeación, la inmigración desesperada por diversas causas y la cultura de desarrollar viviendas unifamiliares expandiendo la ciudad hacia las afueras en lugar de densificarla hacia arriba son algunos de los factores que han contribuido al aumento de asentamientos informales en las periferias de las ciudades de América Latina y el Caribe.
Ya sea que el crecimiento sea hacia arriba o hacia las afueras, esto tiene implicaciones en los costos para brindar los servicios básicos como agua, electricidad, transporte, recolección, gestión de residuos, entre otros.
Aunque el agua es un derecho humano, es complejo y costoso proveer de servicios de agua y saneamiento a la población en general, y a los asentamientos informales en particular.
La falta del título de propiedad, su ubicación en zonas alejadas o peligrosas, la carencia de transporte, la inseguridad y capacidades financieras limitadas son algunos de los factores que inhiben la posibilidad de contar con acceso a agua y saneamiento gestionado de manera segura.
¿Cómo consiguen agua las personas que viven en asentamientos informales?
Si tienes la fortuna de contar con agua y saneamiento, ¿te has preguntado cómo hacen las personas que viven en asentamientos informales para contar con agua suficiente para sus actividades diarias?
Por un lado, estas personas deben caminar largas distancias para obtener agua de fuentes superficiales (ríos, riachuelos, lagos, etc.), en muchos casos, las niñas y las mujeres son las principales responsables de esta tarea, o de quedarse en casa a esperar a que el agua llegue (pipas, camión repartidor, etc.) impidiendo que puedan dedicar esas horas a la educación, al sector productivo o al esparcimiento. Por el otro lado, tienen que utilizar servicios sanitarios comunales, en malas condiciones, o defecar al aire libre.
¿Cómo podemos avanzar como sociedad, brindándole a los más desfavorecidos oportunidades y herramientas que les permita cambiar su realidad? En el caso de la provisión de agua y saneamiento, no hay una respuesta única.
Por ejemplo, los sistemas de captación de agua de lluvia pudieran no ser aptos para ciertas zonas en donde no llueve frecuentemente, o en viviendas que no cuentan con las condiciones para instalar este tipo de sistemas.
Se requieren soluciones integrales que contemplen los aspectos económicos, sociales, ambientales y las características propias del asentamiento informal. Aunque lo ideal es que no existieran asentamientos informales, y se debe trabajar más para atender las causas de su proliferación, lo cierto es que existen.
También existen múltiples formas de incidir positivamente en la calidad de vida de las personas, facilitar el acceso a agua y saneamiento es una de ellas. Por ello, si entre tus propósitos de este nuevo año que inicia esta el de contribuir con tu ciudad, país o con el mundo, una alternativa es facilitar el acceso a agua y saneamiento a aquellos que más lo necesitan.
Actualmente, está abierta la e-Hackaton en agua y saneamiento en asentamientos informales 2022 para colaborar, desarrollar ideas y diseñar propuestas para atender los desafíos relacionados con estas problemáticas. Si no cumples con los requisitos de participación, seguramente con tu creatividad y convicción lograrás identificar otras oportunidades para aportar con ideas y soluciones para tu comunidad que molden nuestras formas de convivencias y el de futuras generaciones.
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Paola Gordon Luna es especialista en gestión de recursos naturales. Tiene estudios en Biología y en Manejo de Proyectos en la Universidad de Panamá y en la Universidad de Utah. Es Maestra en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales por la Universidad de Guadalajara. Actualmente, en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apoya a los gobiernos brindando asistencia técnica para mejorar el desempeño y la eficiencia de los sistemas de agua potable y desarrollar estrategias de planificación hídrica.
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