La Paz, miércoles 1 de agosto de 2018 | EFE

Las culturas andinas de Bolivia iniciaron hoy las celebraciones del mes consagrado a la Pachamama o Madre Tierra, con ofrendas destinadas a agradecer por los bienes recibidos y pedir favores para el siguiente ciclo de producción.

Aunque se trata de costumbres milenarias, particularmente asentada en el occidente del país, estas tradiciones han traspasado hasta los círculos urbanos dedicados al comercio, transporte y profesionales, además de varias regiones del oriente boliviano.

En declaraciones a Efe, el delegado del municipio de La Paz para la interculturalidad, Pelagio Patty, destacó que agosto «es el mes de la Pachamama», a la que se le da «toda la alimentación» que necesita por medio de ofrendas o wajtas en idioma aimara.

«Todo el mes de agosto vamos a dar «wajta», comida a la Pachamama, en agradecimiento a todas las bondades», declaró este experto de las tradiciones andinas.

Bolivia inicia agosto con rituales milenarios de gratitud a la Madre Tierra

Indígenas aimaras participan de la ofrenda «mesa blanca» a la Pachamama pidiendo salud, dinero, trabajo y prosperidad hoy, miércoles 1 de agosto de 2018, en La Paz (Bolivia). Las culturas andinas de Bolivia iniciaron las celebraciones del mes consagrado a la Pachamama o Madre Tierra, con ofrendas destinadas a agradecer por los bienes recibidos y pedir favores para el siguiente ciclo de producción. EFE/Martin Alipaz

Patty señaló que esas ofrendas se las coloca en una hoguera, entre rezos y oraciones, para luego alimentarla con alcohol y vino dulce.

Al respecto, mencionó que «imprescindible» tiene que haber un sullu o feto de llama, junto a la simbología ligada al fuego y la tierra, además de pequeñas figuras con imágenes de la Madre Tierra o de los beneficios que se busca obtener, que pueden representar dinero, trabajo o salud, entre otros, para que se consuman con el calor.

Agosto es importante en las poblaciones agrícolas del altiplano y de los llanos bolivianos, porque es el tiempo de la cosecha de invierno y fundamentalmente porque «es la apertura del preparado del terreno», recalcó Patty.

Asimismo, señaló que precisamente por esto es el mes en el que la Pachamama «se alimenta».

Estos ofrecimientos se suelen prolongar a lo largo del mes, principalmente las noches de los martes y viernes, que según este experto tienen una «energía especial».

Estos rituales se entremezclan con el catolicismo y se han abierto paso a entre costumbres de las grandes ciudades, porque se cree que toda persona o grupo comunitario tiene un modo de subsistencia y debe dar gracias a las deidades.

El estudioso en temas andinos David Mendoza dijo a Efe que lo primordial en agosto es el «agradecimiento» y el «reencuentro» con las deidades, la naturaleza y la comunidad.

Justamente ese reencuentro adquiere en estos días una «conexión ritual», mencionó.

Una de las principales actividades que inauguraron el mes de la Pachamama fue encabezada por el Gobierno Municipal de La Paz, en la céntrica plaza de San Francisco de la ciudad, que durante la colonia era el límite entre la ciudad española y la ciudad de los indios.

San Francisco es considerada sagrada porque es el centro o el «ombligo» de la ciudad, apuntó Mendoza.

Yawar Mallku Chura, un joven que llegó a esta ceremonia desde una comunidad cercana al lago Titicaca, señaló que dentro de esta cosmovisión se abre un tiempo para conseguir «equilibrio, fuerza y espiritualidad».

«Se agradece por la salud, por el trabajo, por la vida, por el sol, es un mes de agradecimiento», enfatizó.