Homenajean a Ruy Pérez Tamayo: La visión de la cultura científica

Guadalajara, Jalisco.

El multipremiado científico, investigador y maestro, el doctor Ruy Pérez Tamayo (1924-2022), fue homenajeado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara

Este científico fue sin duda una de las figuras más emblemáticas, influyentes y decisivas de la ciencia y la educación en México.

Se especializó y dedicó su vida entera al mundo de la patología, siendo pionero en la investigación biomédica en México, además, fundador de instituciones que llevan a cabo una labor de punta para el desarrollo científico del país.

Ruy Pérez quería ser músico, pero decidió estudiar lo mismo que su hermano, así es como fue construyendo su trayectoria, cuando descubrió las posibilidades de la patología. Jugó a ser uno de Los Supersabios, en sus primeras etapas de vocación científica ya tenía grandes proyectos.

Decía que la patología es una oportunidad, un teatro donde se presentan obras frescas, una tribuna en la que se puede hacer esto, y esto más. Fue sin duda, el máximo expositor e impulsor de la ciencia en México, comentan José Gordon, Alejandro Frank, Alejandro Mohar.

Jóvenes y ciencia

Ruy Pérez decía que ser profesor fue su mayor éxito, ya que el futuro de México está en los jóvenes luchadores y creadores de ciencia, “si alguno se siente frustrado porque tiene ganas y capacidad para trabajar por el país, pero no un sitio, mi consejo es, si no lo encuentras, búscalo”.

Ciencia y literatura

Nos logró convencer de que “la ciencia escrita, también es literatura, que la divulgación de la ciencia, también es literatura», él tenía esta visión de la cultura científica, comenta Julia Tagüeña. Planteaba que la ciencia es uno de los elementos de mayor creatividad que puede haber en los afanes humanos por entender y transformar nuestros mundos.

Tenía la voluntad de entender artísticamente el mundo, siempre atento a la capacidad estética y plástica, no veía la división entre arte y ciencia, “¿cuáles dos culturas?, ¿cuál divorcio entre ellas?, aquí no hay más que una línea que las une y es el conocimiento, la capacidad de entender y sentir, el conocimiento es emoción y la belleza del mundo real… aprender a ver es la clave”.

Por: Iris Hernández

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