Un pueblo de la provincia de Petorca, en el centro de Chile se encuentra sin agua corriente, ésta llega por medio de camiones desde hace siete años. Los pobladores culpan a las empresas agrícolas productoras de palto o aguacate, pues cada hectárea de palto necesita unos 100,000 litros de agua: lo equivalente al consumo de 1000 personas. Esto junto al cambio climático ha puesto una situación crítica a los pobladores en la que han tenido que dejar sus tierras y sus trabajos como ganaderos y campesinos de las tradicionales plantaciones de papas, tomates, árboles frutales, flores y hortalizas.