Ciencia UNAM

Los arrecifes coralinos, bajo constante amenaza por la acción humana

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Por Sandra Delgado, DGDC-UNAM

En entrevista, el doctor Eric Jordán, investigador en Biología Marina y responsable del Laboratorio 6 de Sistemas Arrecifales en la Unidad Académica de Puerto Morelos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, nos habla de las enfermedades que aquejan al coral, de las incógnitas que todavía existen sobre la influencia de las actividades humanas en la supervivencia de los corales, y de la importancia de estos seres vivos para nuestro propio modo de vida.

Se sabe que, a nivel mundial, los corales se encuentran en riesgo por el impacto directo e indirecto que producen múltiples actividades humanas en su ambiente. Uno de los resultados de esta situación es la aparición de enfermedades emergentes en el coral. ¿Qué tipo enfermedades aquejan a los corales?

Los efectos del cambio climático provocan un sobrecalentamiento del agua de los mares. Cuando este fenómeno ocurre más allá de lo normal, los corales se encuentran en condiciones subóptimas. Sin embargo, para otros organismos como bacterias y probablemente virus, estas nuevas condiciones, con temperaturas más elevadas, son muy favorables. El problema es que muchos de estos microorganismos son o pueden convertirse en patógenos. Éstos causan enfermedades entre los corales, muchas de ellas letales.

El efecto del calentamiento global, unido a la contaminación del mar, resulta favorable para diversos patógenos, pero es perjudicial para los corales. Bajo dichas condiciones, el coral está fisiológicamente estresado, lo que a su vez causa que sus defensas naturales sean insuficientes a las infecciones.

Llamamos enfermedad a cualquier cambio negativo en el funcionamiento de un organismo. Denominamos epizootias (epidemia en animales) a las enfermedades emergentes que llegan a invadir a una comunidad de seres vivos. Cuando se da una epizootia, hay un aumento significativo en el número de individuos enfermos.
En el caso de los corales, se ha visto que la temperatura elevada rompe la simbiosis (la relación favorable) entre el coral y sus algas microscópicas.

Una vez expulsadas las algas, el coral pierde su color, quedando completamente blanco (que es el color del carbonato de calcio). Este fenómeno es conocido como blanqueamiento del coral. Ésta es una enfermedad que no tiene por causa a un agente patógeno, como bacterias o virus, sino que se debe a condiciones ambientales desfavorables.

En el Caribe Mexicano se presenta un alto índice de mortalidad de corales por dicha razón. El blanqueamiento de corales probablemente ha ocurrido desde que existen los corales simbióticos, pero los eventos masivos de blanqueamiento letal que se han observado en numerosos arrecifes del Pacífico en años recientes, son sin duda alguna, efecto del calentamiento global.

¿Cuántos tipos de enfermedades existen en los corales?

Existe una gran cantidad de ellas, pero la mayoría recibe su nombre por la apariencia de las lesiones que cierto padecimiento produce en el coral. En la mayoría de los casos, no está claro qué o quiénes son los agentes causantes de la enfermedad. Para identificar de qué tipo de padecimiento se trata, ecólogos, microbiólogos y biogenetistas llevan a cabo clasificaciones primarias, que se hacen directamente en el mar, mediante la apariencia y coloración del coral.

Ya en el laboratorio, de las lesiones de corales enfermos, se han podido aislar ciertos patógenos, entre ellos, algunos de origen terrestre, e incluso patógenos de humanos, pero la causa de por qué estos patógenos afectan al coral es aún poco entendida.
Las plagas matan tan rápido al coral que el esqueleto queda expuesto, lo que produce bandas blancas. La enfermedad de banda blanca ha producido una mortalidad masiva entre especies de corales que son muy importantes en la formación de arrecifes coralinos.

Un caso de destrucción masiva por banda blanca sucedió en los años 70 y 80. Consecuencia de ese evento, la población disminuyó más del 50% en la cobertura coralina de muchos arrecifes del Mar Caribe, sobre todo, de los corales cuerno de alce y cuerno de ciervo (Acropora palmata y A. cervicornis). Nunca se identificó al patógeno causante de tal desastre.

Otro tipo de enfermedad que está provocando estragos en ciertos corales constructores de arrecifes es la enfermedad de la banda amarilla. Ésta aparentemente ataca y destruye a las zooxanthelas. Existen estudios que muestran la probabilidad de que se trate de un conjunto de bacterias del género Vibrio.

Las bandas negras (rojas o café), son de avance lento, pero inexorable. Conforme avanza la lesión, generalmente se observa una banda obscura en el coral. Este tipo de banda está conformada por un consorcio de bacterias entre las que normalmente son muy importantes las cianobacterias.
También hay una serie de síndromes de manchas oscuras y claras, de las que aún no se sabe cuál es su efecto fisiológico o poblacional en el coral.

Aparte de las enfermedades emergentes, ¿qué otras amenazas existen hacia esta comunidad natural?

Ya vimos que el incremento en la temperatura del mar por el calentamiento global tiene serias consecuencias. En el tiempo en que vivimos, prácticamente todo lo que amenaza al ecosistema arrecifal coralino, y a los corales en particular, es producto del cambio ambiental que producen las actividades humanas.

Otro fenómeno que nos preocupa, potencialmente peligroso, es la acidificación del mar por el exceso de CO2 o dióxido de carbono atmosférico. El cambio en la acidez del agua marina, es decir, en el pH del mar, afecta a muchos ejemplares del arrecife, incluyendo a los corales y con ello, a la propia matriz de dicho ecosistema marino. De igual manera, algo que preocupa a los ecólogos es el incremento de radiación ultravioleta-B (de alta energía) que llega del sol al mar.

Es muy importante señalar que todas las amenazas e impactos están ligados y actúan sinérgicamente. Por ejemplo, los ciclones son fenómenos tropicales que, cuando impactan en un arrecife coralino, producen destrucción local; pero, a su vez, los ciclones son mecanismos importantes de formación de nuevos arrecifes y de renovación ecológica a gran escala.

Hoy en día, se teme que por efecto del calentamiento global los ciclones sean más intensos y/o más frecuentes, lo que podría rebasar la capacidad de recuperación de la comunidad coralina, más aún si ésta se encuentra sujeta a otros factores de estrés ambiental, que de por sí ya limitan su funcionamiento y adecuado desarrollo.

La amenaza más preocupante es la contaminación y la fertilización del mar, causados por el vertido de aguas de desechos y basura directamente al mar, sin ser tratadas adecuadamente (tanto para la biota coralina, como para la salud humana). Esto favorece el desarrollo de organismos como algas y esponjas, entre otros microorganismos más, que perjudican el desarrollo de los corales.

Otro factor de impacto severo que altera las cadenas tróficas (las relaciones del paso de energía a través del alimento, de un ser vivo a otro) en el ecosistema arrecifal, es la explotación pesquera, debido a que en prácticamente todos los casos se realiza al grado de la sobreexplotación. De hecho, en numerosos arrecifes de todo el mundo, el elemento principal son los peces. Sin ellos, se descompensa toda la cadena energética del arrecife.

Existen otras amenazas que tienen que ver con la destrucción directa, desde  las actividades recreativas y extractivas, hasta las actividades portuarias e industriales. Hace ya más de 20 años la investigación mostró inequívocamente que los corales eran susceptibles a cambios drásticos de su ambiente y a la contaminación. Se han tenido que realizar una gran cantidad de estudios para conocer sobre los impactos que se deberían evitar para no afectar su bienestar.

¿Podríamos hablar de una posible extinción coralina?

No creo que en el presente se pudiera hablar de una extinción de corales; sin embargo, la situación es grave. Sí es de esperarse que hayan cambios profundos en la estructura y funcionamiento de esta comunidad.

Por tanto, hoy en día la investigación es aún más importante. Necesitamos, primero, entender más a fondo cómo funcionan estos organismos y el ecosistema, una vez que se encuentran bajo las presiones a las que están siendo sometidas por las actividades del hombre moderno. Esto nos permitirá deducir mejor qué hacer para la conservación y uso racional de estos recursos naturales, pues en la actualidad, todo el ecosistema del arrecife está sometido a una economía de mercado masiva y muy agresiva.

¿Qué consecuencias tiene la destrucción masiva de corales?

La más importante, a mediano y a largo plazo, es económica, pues los arrecifes coralinos son muy importantes para la industria turística. Al verse afectado este ecosistema, se verían afectados también los servicios básicos como las arenas blancas, las aguas transparentes y las actividades recreativas en las zonas costeras que tanto gustan a los turistas.

Por ejemplo, un caso que conozco bien es el del Caribe Mexicano cuando es afectado por ciclones. Estos acontecimientos producen olas de hasta 20 metros de altura. Son tan poderosas, que cuando llegan directamente a la costa, deshacen todo lo que hay a su paso. Eso ocurrió con Cancún cuando llegó Gilberto y luego Wilma. Ambos fenómenos  destrozaron el puerto debido a que no había un arrecife y a que la zona hotelera se construyó sobre las dunas.

En los sitios donde el arrecife está presente como una barrera, actúa como un rompeolas. Tal es el caso de Puerto Morelos, donde los daños fueron considerablemente menores en proporción a los ocurridos en Cancún, a pesar de que se trató de un fenómeno muy violento y prolongado. En la mayor parte de la costa del Caribe, existen estos rompeolas naturales.

Aparte de los valores económicos y utilitarios del arrecife de coral, existe la obligación ética y la responsabilidad en toda sociedad educada y moderna, como quisiéramos ser los mexicanos, de conservar y proteger todo patrimonio natural producto de millones de años de evolución.
Después de lo que nos ha dicho, es contundente que urge la protección y sustento tanto de los ecosistemas acuáticos, como de muchos otros ecosistemas hoy en día amenazados.

¿Cómo podríamos contribuir todos a la conservación del arrecife coralino?

En México, todos podemos contribuir a su preservación si logramos convencernos de que lo que hay que hacer es no contaminar el medio ambiente, controlar la cantidad de agua que se vierte en nuestras costas y convencer a las autoridades municipales, estatales y federales, de apoyar políticas para evitar el daño a los ecosistemas marinos.

Muchos países dependen de estos ecosistemas para sostener su industria pesquera y su alimentación, ya que sirven de hábitat para muchas especies marinas de consumo humano, con gran importancia económica y ambiental. Nosotros tenemos además el beneficio del turismo asociado al arrecife coralino. Necesitamos encontrar un justo equilibrio entre los intereses económicos del sector turístico y el cuidado del arrecife. Lo que es paradójico es que las zonas con arrecifes coralinos son, por mucho, las que tienen más ingresos por turismo en nuestro país.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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