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Creación y caos antes las enfermedades emergentes en ¡La FIL también es ciencia!

Published 3 años ago Noticias NCC3 años ago • Bookmarks: 31

Maia Fernández Miret y Jesús Ramírez Bermúdez, moderados por Emilia Beyer. Fotografía: Captura de pantalla FIL 2020 edición virtual

Jalisco, México

Transcurre el año de 1665 y La Gran Peste de Inglaterra, donde murieron más de 100 mil personas solo en aquel país, obliga a cerrar las universidades y trastocar las practicas habituales de los ciudadanos, fue uno de los casos que abordaron Maia Fernández Miret y Jesús Ramírez Bermúdez, moderados por Emilia Beyer, en ¡La FIL también es ciencia!

Un joven Isaac Newton, se ve obligado a sacar de la mayoría de libros posibles de la universidad donde estudiaba para seguir aprendiendo desde casa; entonces la chispa de la creativa, dentro del caos, le lleva a sentar las bases de las matemáticas, la física y la ciencia moderna, recordaron los panelistas.

Pero la historia de las epidemias no es algo nuevo para la humanidad, sino que se remonta prácticamente a los inicios de esta misma. Aunque pareciera lo contrario se ha olvidado que realmente la normalidad es vivir con enfermedades infecciosas y epidémicas regulares.

Un denominador en común que han tenido estas plagas, desde que se tiene registro hasta la actualidad, ha sido la idea del “castigo divino”. Pero en una época más moderna como esta, también podemos observar cómo surgen ideas del “castigo moral”; donde se cree que la pandemia de la COVID-19 es una especie de respuesta inmunitaria de la Tierra ante el azote de la humanidad.

“Esta es una idea que está muy extendida de manera tácita, la cual echa mano de la culpa misma de los humanos; esta idea de que la naturaleza se está recuperando y que las especies vuelven a sus hábitats regulares, habla de la culpa humana ante la devastación de la naturaleza”, añadió la divulgadora científica Maia Fernandez Miet.

Si bien el virus tiene un efecto sobre el sistema inmunológico, también lo tiene sobre la psique. Esto quedó demostrado en un estudio publicado en The Lancet Psychiatry, realzado en 62 mil personas que resultaron positivas al coronavirus, y donde se pudo ver que la probabilidad de sufrir problemas mentales por estas era del doble, que las que padecían de otras enfermedades infecciosas como, por ejemplo, la influenza, explicaron.

“Pienso que el único que camino que tenemos es mejorar las conexiones que tenemos en lo que llamamos las redes simbólicas. Para ello podemos echar mano del lenguaje artístico, por ejemplo. Es decir, necesitamos de algo que nos ayude a tener un pequeño encantamiento emocional, y que nos saque este letargo en el que nos ha hecho caer la pandemia”, expresó Jesús Ramírez Bermúdez, médico especialista en psiquiatría.

Realmente la pandemia ha servido como una especie de ventana para observar problemas que atañan a las sociedades del mundo. Se puede hablar de inequidad de justicia, falta de acceso a la salud pública, y ni hablar de los recursos destinados a la salud mental que en cierta medida son menores a los destinados a otras causas, mencionaron los panelistas.

Se puede comparar la pandemia de la COVID-19 con una especie de lupa que ha magnificado estos asuntos inconclusos de las sociedades humanas, y traerlos al debate.

De qué servirá terminar con la pandemia, si estos asuntos de inequidad, que están profundamente arraigados, no tendrán una solución factible para el desarrollo de las sociedades, y en ese sentido, se estaría volviendo al mismo punto desde el cual se partió, cuando el virus nos obligó a parar por un momento y reflexionar sobre estos asuntos, reflexionaron los participantes en la parte final de la charla.

Por: Antonio Guitiérrez/NCC Iberoamérica.