México.

México posee una amplia variedad de producción de chiles, los cuales oscilan entre 50 diferentes tipos, siendo 20 los más utilizados como el habanero, el serrano, guajillo, jalapeño, chipotle, chile de árbol, entre otros.

Registros históricos de la época mesoamericana, muestran como el chile ya era usado desde entonces para moler el maíz, el cacao y otros granos con la ayuda del tradicional molcajete y metate, dos instrumentos básicos para la producción gastronómica.

“El chile hay que entenderlo, justamente, que es por lo menos a nivel de producción en el país, es una producción importante. Alrededor del 20% de los productores agrícolas del país se dedican a la producción de este insumo en distintas regiones de nuestro país. Junto con China, quizás podemos ser de los países que tiene una producción más importante de chile y de consumo”, destacó Sebastián Amaro Cavada, Coordinador de Humanidades en Universidad Claustro de Sor Juana.

 La presencia del chile en México hoy en día se puede ver reflejada en distintos platillos típicos como salsas, postres, aguas y golosinas.

A través del arte literario y tipográfico, el chile ha sido un referente de la cotidianidad mexicana.

Además de su uso gastronómico, también existen variedades a las que se les atribuye beneficios médicos, ya que son grandes portadores de vitaminas y minerales, tales como vitamina C, potasio, hierro y magnesio, además de servir como antiinflamatorio natural, beneficiando la buena circulación sanguínea.

“Hablar de chile, evidentemente como mexicano, cuando hablamos de chile no hay manera de desubicarlo o quitarlo con el tema de nuestra identidad nacional. Creo que el chile, sin duda alguna, es uno de los platillos y uno de los ingredientes icónicos dentro de nuestra gastronomía nacional. Y a pesar de que se consigue de muy diversas manifestaciones, variedades a lo largo y ancho de todo el país, sin duda su consumo es importante y además tiene una, no solo una cuestión y un significado, si lo tiene también un significante importante para nuestra cultura y nuestra historia”, contó Sebastián Amaro Cavada.

 Tanto China como México son grandes productores y consumidores del chile en sus diversas presentaciones. A decir de Sebastián Amaro, la innovación tecnológica de China brindaría grandes aportaciones al campo mexicano para así elevar su productividad.

“Sin duda, por ejemplo, el acompañamiento técnico, el acompañamiento tecnológico. En nuestro campo hoy hay muchas carencias, hay carencias de orden porque personas que justamente no tienen ni la capacidad técnica, ni el acompañamiento, ni los insumos necesarios, e incluso muchas veces hay carencias también en cuanto a herramientas.

En ese sentido, creo que esa colaboración podría ser tremendamente fructífera, porque, además, China, como la potencia que es, podría sin duda alguna ayudar para equilibrar esta situación y que estos productores se puedan unir a este impulso productivo que el país necesita”, concluyó Sebastián Amaro Cavada.