Chile.

Chile suma más de 13 años de escasez hídrica, con más de un 75 por ciento de su territorio azotado por la sequía, razón por la cual el gobierno encabeza un programa de resiliencia pionero en América Latina para que los agricultores se adapten a las nuevas condiciones medioambientales.

“Ha disminuido la cantidad de precipitación, tanto de agua como nieve, y también han visto erosionar su suelo; han visto aparecer plagas que no conocíamos. Hay una serie de trastornos. Ha habido menos forraje para los animales y eso ha obligado al Estado y a los gobiernos a trabajar fuertemente en este ámbito”, subrayó el subsecretario de agricultura de Chile, José Guajardo Reyes.

Él destacó que en diferentes zonas de Chile se han adoptado medidas para afrontar el nuevo escenario medioambiental afectado por el cambio climático, con iniciativas concretas en el secano costero de la región de O’Higgins en el centro, cuyas localidades beneficiaron a más de 2.000 agricultores, a quienes se les enseñó a potenciar la producción de la tierra, los servicios ecosistémicos y la biodiversidad ante la escasez de agua y la degradación del suelo.

También se instalaron invernaderos en los patios de las casas de los agricultores, infraestructuras que les permiten trabajar durante días lluviosos y evitar daños de animales, lluvia o viento a los cultivos y se instalaron 101 sistemas fotovoltaicos en las viviendas de los agricultores, según sus necesidades, de acuerdo con el gobierno chileno.

Para este proyecto, Chile recibió el Fondo de Adaptación al Cambio Climático de las Naciones Unidas por unos 10 millones de dólares.