Brasil.
El Parque Estadual do Desengano fue fundado en 1970 y está ubicado 170 kilómetros al norte de la ciudad de Río de Janeiro. Fue reconocido en 2021 por la Asociación Internacional del Cielo Oscuro por su escasa polución lumínica. Esto se debe a que el parque contiene más de 21 mil hectáreas de bosque Atlántico preservado y está rodeado de montañas a 120 kilómetros de la ciudad de porte más cercana.
“Conseguimos observar un promedio de tres mil estrellas por año a simple vista, sin ayuda de ningún instrumento. En ciudades como Río de Janeiro, Sao Paulo o Brasilia, se ven apenas 200 estrellas por año”, detalló el astrónomo Daniel Mello, del Observatorio del Valongo de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ).
Esta sesión pública de observación nocturna es parte del proyecto de investigación y divulgación científica «Astroturismo en los Parques Brasileños», creado por este astrónomo y un grupo de especialistas en turismo, ecología y fotografía.
“Quien es de la Región Metropolitana, casi no tiene esa oportunidad de observar tantas estrellas de una vez. Cuando estaba oscureciendo ya vi muchas más estrellas de las que veo cuando todo está apagado en la ciudad”, relató el biólogo, Pedro Froes.
El astroturismo: una alternativa amigable para convivir con la biodiversidad
Se estima que el 80% de la humanidad vive bajo cielos inundados de luz artificial cuyo exceso perturba la reproducción de especies, desorienta a las aves migratorias y fatiga a los insectos, entre otras consecuencias. Para los humanos, además de impedir la contemplación del cielo, interfiere en el «ritmo circadiano» de vigilia-sueño, que regula funciones biológicas y hormonales.
“Tenemos más de 500 aves, mamíferos y reptiles. Así que tenemos animales grandes en la cima de la cadena. Aquí tenemos el Jaguar pardo. Solo están aquí precisamente porque el medio ambiente está preservado. Porque tenemos espacio y por todos los demás factores, incluido el cielo oscuro que favorece su preservación”, dijo Carlota Enrici, coordinadora de Investigación Científica y Educación Ambiental del parque.
Mientras que en Estados Unidos, Europa y en Chile, el Astroturismo ha sido más desarrollado, en Brasil, conocido especialmente por sus playas y su selva tropical, todavía es incipiente, pero Santa María Magdalena, de 10 mil habitantes. Ya empieza a haber cambios.
La población vive principalmente de la actividad agropecuaria, la administración pública y más recientemente del ecoturismo, con paseos rurales, senderismo, escalada y ciclismo de aventura. Pero ahora se multiplican las propuestas ligadas al firmamento, con sesiones de contemplación, reuniones mensuales y hasta un Festival de las Estrellas organizado por la Municipalidad y empresarios locales.
La intención es que algún día esta actividad pueda transformarse en el principal atractivo de la ciudad.
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