La Habana, Cuba, Lunes 4 de junio. Atahualpa Amerise, EFE

Tapas clásicas y modernas junto a cócteles de inspiración cubana buscan crear el maridaje perfecto entre tradición y modernidad en el mayor seminario internacional de gastronomía con sede en La Habana, que arrancó hoy con ponencias y demostraciones de reconocidos expertos y chefs.

La combinación de las tapas a cargo de Nacho Chicharro, chef del restaurante español Tatel, y los cócteles preparados por el vanguardista bartender hispano Frank Lola ha sido el plato fuerte del primero de los tres días del VIII Seminario Gastronómico Internacional en la capital de Cuba patrocinado por el grupo español Excelencias, al que asisten unos 300 invitados.

«Ya que venimos a Cuba vamos a hacer algo un poco latino», indicó a Efe Nacho Chicharro, poco antes de ponerse manos a la obra con un cebiche de pez blanco y mango para la demostración «Armonía de tapas y cocktails».

El concepto es crear un «maridaje sostenible», explicó Frank Lola, que reutilizó parte de los ingredientes usados por su compañero para crear un «shrub» (almíbar ácido hecho de fruta -en este caso mango-, azúcar y vinagre) y agregarlo a sus cócteles con base de ron dorado de 7 años.

El seminario gastronómico de La Habana arrancó con una conferencia magistral a cargo del investigador vallisoletano Julio Vallés, Premio Nacional de Gastronomía en 2008 y actual presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cigales, considerado uno de los mayores expertos culinarios españoles.

Vallés desveló algunos aspectos del ámbito y la historia de las tapas desconocidos por el público en general, como que «los romanos fueron los primeros en hacer tapas», que éstas «se sirvieron en abundancia» durante la toma de posesión del papa Pío IV en el año 1561 o que fue en el siglo XII cuando se frieron las primeras croquetas al surgir la bechamel.

Las croquetas son precisamente uno de los platos indispensables en la mesa cubana y se consideran una herencia gastronómica de la etapa colonial española.

También acaparó la atención del público el panel «Impronta de la coctelería cubana» en el que se analizó la trascendencia de Cuba, patria del mojito y el daiquiri, en la historia mundial de las bebidas alcohólicas, en un momento en que La Habana ostenta el título de capital mundial de la coctelería de 2018.

«Cualquier país se asocia a un plato y a una bebida, pero el caso de Cuba es muy especial, ya que no hay una sola bebida. La aportación desde principios de siglo de la coctelería cubana ha revolucionado el espectro del coctelero internacional», explicó a Efe el secretario general de la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG), Alfonso Marín.

En un ámbito más general, Marín destacó el buen momento de la cocina iberoamericana al recordar que «de los 50 mejores restaurantes del mundo, 16 son de habla hispana».

«Hemos sufrido muchos años la dictadura francesa: un primero, segundo y postre. Gracias a dios la cocina iberoamericana ha triunfado. La tapa ha sido la impulsora de la cocina de la libertad», describió el representante de la AIBG, copatrocinadora del seminario.

El encuentro gastronómico de la capital de Cuba, un país de larga tradición cafetera, contará mañana con la presencia de un invitado de excepción: el británico Dale Harris, campeón mundial de barismo en 2017, que ofrecerá la clase magistral «Barismo, el arte del café».

Tras más degustaciones, clases y conferencias, tendrá lugar la última demostración a cargo del cocinero japonés Hiroyuki Terada, conocido por su canal de Youtube «Diaries of a Master Sushi Chef«, que supera el millón de suscriptores.