Estados Unidos.

Hace miles de años, la gente conocía los planetas más brillantes. Se trata de Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, y prácticamente todas las culturas conocían estos cinco planetas que diríamos que se podían ver fácilmente en el cielo.

Tenían diferentes nombres para ellos, los nombres que usamos ahora en inglés, provienen de los nombres romanos, porque los primeros astrónomos europeos escribían en latín y el latín era la lengua del Imperio Romano, así que acabamos con estos nombres romanos en honor a los dioses romanos: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.

Si seguimos hacia afuera, tenemos tres cosas más que históricamente se han llamado planetas: Urano, Neptuno y Plutón. Estos son nombres griegos o romanos. Estos planetas no fueron vistos por los griegos o romanos, sino porque los descubridores querían que sus planetas encajaran con el tema existente de la mitología de los planetas existentes. Y todos estos son totalmente diferentes de los planetas interiores porque fueron descubiertos más recientemente. Se mueven más despacio. No se pueden ver a simple vista. Hay que usar un telescopio, y así es como se descubrieron.

Desde entonces, los telescopios son cada vez más grandes, y los astrónomos siguen encontrando cosas cada vez más pequeñas en el sistema solar, y hemos descubierto algunas cosas que tienen sólo un par de metros de diámetro, literalmente del tamaño de una persona. Hemos descubierto miles de objetos del Cinturón de Kuiper, que son más o menos como Plutón, un poco más pequeños, un poco más lejos, pero la misma idea básica. Algunos siguen llamándolo planeta, pero a menudo se les llama planetas enanos.

Eso es lo que dice la Unión Astronómica Internacional, porque es el grupo responsable de poner nombre a las cosas.

El problema con Plutón es que se intenta definir una línea difusa entre planeta y no planeta, y todo se reduce al tamaño. Así que hay mucho más en el nombre del sistema solar. Hay lunas, asteroides, cometas, anillos, objetos del Cinturón de Kuiper, cráteres, porque somos humanos. Queremos nombrar estas cosas. Nos da una conexión con el enorme universo que nos rodea.

Dentro de miles de años, la gente seguirá poniendo nombres a los planetas mientras seguimos explorando el mundo que nos rodea.

Por: NASA.