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La Guajira, una región colombiana que vive una extrema escasez de alimentos

Published 1 año ago AFP1 año ago • Bookmarks: 25

Colombia.

La Guajira. Este desértico departamento colombiano orillas del Caribe está habitado por indígenas wayú aquí la pobreza alcanza, el 67%, y la tasa de mortalidad para menores de 5 años fue de 21 por cada mil nacimientos en 2021. Entre los pequeños, la desnutrición es palpable.

Wilmer ya cumplió siete años, pero su peso equivale al de un niño de un año y medio. “Por su índice de masa corporal tiene una delgadez extrema. Un niño que no alcanzó a desarrollarse por su misma desnutrición. Yo creo que en toda mi experiencia que he podido tener, es un caso bastante impactante”, comentó Nielcen Benítez, nutricionista de la ONG Banco de Alimentos de Guajira.

Varios de sus siete hermanos también muestran signos de alerta de desnutrición. “La inseguridad alimentaria en la que vive su familia y él es extrema. Es un niño que no alcanzará a desarrollarse”, agregó Nielcen Benítez. Según la Defensoría del Pueblo en Colombia, 308 niños fallecieron de hambre en 2022, 85 en La Guajira. Fueron 111 más que el año anterior.

La pobreza, la falta de agua potable y la corrupción hacen estragos en las pequeñas comunidades de esta región, donde sus habitantes deben recorrer largas distancias a pie para conseguir agua y la comida también escasea. “A veces no hay comida. A veces come una sola vez al día”, dijo Sandra Epieyú, una mujer indígena.

“Esto es la chicha. Es un alimento hecho a base de maíz en muchas comunidades esto es lo único que vas a encontrar de alimentos. Pueden pasar todo el día y esto es lo único que come. Es como uno de los alimentos más importantes que tiene la la comunidad wayúu”, comentó una trabajadora social.

La escasez afecta a toda esta región con decenas de miles de poblados dispersos. “No es un problema de desnutrición aislado si no es un departamento que tiene un contexto de pobreza, de dificultad de acceso a los alimentos y de múltiples afectaciones por desastre. Es una situación alarmante”, comentó Rossella Bottone, directora adjunta del Programa Mundial de Alimentos en Colombia.

El estatal Instituto Colombiano de Bienestar Familiar conoce el caso de la familia de Sandra y le envía un suplemento alimenticio, pero a veces pasan semanas en las que no llega. Evasio Gómez, uno de los líderes indígenas locales, reclama una solución a largo plazo. “Nuestra principal necesidad es el agua que siempre hemos necesitado. Las cosas es que miremos y busquemos la forma como para tener un agua aquí en nuestro propio territorio”.

Los niños mayores de 5 años reciben alimentos en sus escuelas, pero una docente que habló bajo anonimato por miedo a perder su empleo, asegura que las raciones son precarias. Un exgobernador local es enjuiciado por desfalcar el programa.