Argentina.

El Taichi, también conocido como Taiji Quan, es un arte marcial chino que tiene un desarrollo creciente en Argentina. Esto quedó en evidencia mediante un exitoso seminario realizado en Buenos Aires a cargo del maestro chino Chen Bing.

El taller se llevó a cabo en la capital argentina bajo la organización de la Chen Bing Taiji Academy Argentina, que dirige el argentino Martín Ugarte, de 48 años de edad.

Entre los más de 200 participantes hubo alumnos de varios países, como Colombia, Brasil, Uruguay, Chile, el Reino Unido, Francia y Estados Unidos, en el marco de una gira de Chen Bing por Latinoamérica.

La práctica del arte marcial chino ha tenido un crecimiento exponencial en Argentina en los últimos años.

Hay gente que viene porque quiere mejorar su salud, aprender a defenderse, que quiere la parte social, estar dentro de un grupo. La verdad que hay tantos intereses diferentes de por qué, incluso unos vienen por una cosa y terminan por otra, vienen por la salud y les gusta después la parte marcial o viceversa”, dijo Ugarte.

En entrevista, Ugarte, que es contador público y licenciado en Administración de Empresas, contó que empezó a practicar Taichi en 1995. En 2003 abandonó su profesión para dedicarse exclusivamente a su escuela de Taichi en el barrio de Belgrano, al norte de Buenos Aires.

En 2010, en su segundo viaje a China, conoció en la aldea de Chenjiagou, de la provincia central de Henan, al maestro Chen Bing, quien lo nombró su representante en 2017 y como su discípulo en 2018.

La escuela tiene sedes en distintos barrios, como Caballito, Villa Puerredón y Colegiales. Además de distintas ciudades, como Chivilcoy, Chacabuco, Mercedes, Ituzaingó y Morón, en la provincia de Buenos Aires.

Ugarte describió a China como su “segundo país” y dijo que en septiembre próximo realizará su octavo viaje al país asiático, junto a un grupo de 15 alumnos a entrenar con el maestro Chen Bing a la aldea de Chenjiagou.

El colombiano Jorge Franco, uno de los alumnos que participaron en el seminario, resaltó que se trata de un deporte “armonioso”.  Según Franco, oriundo de Medellín, esta práctica contrasta fuertemente con el ritmo y el estilo de vida de la actualidad.