Washington, Estados Unidos.

 

Después de lanzar un cohete impreso en 3D por primera vez el mes pasado, la start-up estadounidense Relativity Space anunció que abandonará el modelo utilizado para ese vuelo inaugural y se centrará en el desarrollo de un cohete más grande.

A finales de marzo, el cohete Terran 1 despegó de Florida y logró llegar al espacio (hasta 134 km de altitud), pero no alcanzó la órbita prevista.

De todos modos, esta misión de prueba permitió comprobar que los cohetes impresos en 3D «son estructuralmente viables, capaces de soportar la máxima tensión durante el vuelo», subrayó la compañía californiana.

Los primeros resultados de una investigación muestran que uno de los problemas durante el reciente vuelo fue que las válvulas se abrieron demasiado lento. Por lo tanto, los motores no alcanzaron su máxima potencia.

Con las lecciones aprendidas del programa Terran 1, Relativity Space «centrará ahora su atención en el diseño, desarrollo y producción del cohete Terran R de nueva generación», dijo la compañía.

Terran R ya estaba en desarrollo, pero la compañía ha brindado nuevos detalles sobre el proyecto. 

Mientras que Terran 1 tenía solo 33,5 metros de altura y estaba diseñado para transportar únicamente 1.250 kg a la órbita terrestre baja, Terran R tendrá más de 80 metros y podrá transportar unas 23,5 toneladas (o incluso hasta 33,5 toneladas en otra versión).

Se trata de una apuesta arriesgada, que competirá con los cohetes Falcon 9 de SpaceX (capaces de transportar 22,8 toneladas de carga útil a la órbita terrestre baja). SpaceX lidera mercado de lanzadores pesados.

Según Relativity Space, el primer vuelo de Terran R está previsto para 2026. 

La primera parte del cohete será reutilizable y volverá a aterrizar tras el despegue en una plataforma en el océano, como ocurre actualmente con los Falcon 9.

La empresa ya ha firmado contratos por 1.650 millones de dólares, entre ellos con OneWeb y su constelación de satélites para ofrecer Internet desde el espacio.

«Terran R fue desarrollado para satisfacer una creciente demanda de estos servicios de lanzamiento para grandes constelaciones» de satélites, explicó Relativity Space.

«Terran 1 era como un auto conceptual, redefiniendo los límites de lo que es posible mediante el desarrollo de muchas tecnologías nuevas», dijo el director general de la compañía, Tim Ellis, en un comunicado. «Terran R es un producto para el mercado de consumo».

Con sus grandes robots de impresión 3D, la empresa simplifica el proceso de fabricación y, por lo tanto, reduce costos.