Bruselas, Bélgica

 

Bruno Fortea Miras.- ¿Y si un museo te ayudase a saber quién eres de verdad? Tus principios, miedos y preferencias son los protagonistas de un recorrido virtual interactivo que analiza la conducta de cada espectador, poniéndole a prueba con una suerte de yincana psicológica que une filosofía y ética con ciencia-ficción.

Este concepto tan rompedor, único en el mundo según sus creadores, es lo que pondrá en práctica el nuevo Museo de las Realidades Infinitas (MOIR) que Bruselas inaugurará el próximo sábado 13 de abril, y que EFE pudo visitar este viernes.

El MOIR guía al visitante en un viaje introspectivo hacia su verdadero ‘yo’, con varios retos y juegos que surgen a través de un itinerario de siete salas que utilizan diferentes tecnologías para poner a prueba al público, en un escenario virtual y futurista que parece que conduzca a una dimensión desconocida.

Hay hologramas en 5D, cámaras interactivas, proyecciones de mapas, luces especiales, sonidos personalizados y una tecnología creada para registrar y trazar en todo momento las elecciones que toman los espectadores, mediante un brazalete que deja constancia de todas las respuestas dadas.

El recorrido arranca con una prueba de preguntas sobre las aficiones o las formas de pasar el tiempo libre: ‘¿Cómo te gusta recargar pilas tras un día cansado? Quedando a solas con un amigo con el que conectas mucho; reuniéndote con un grupo de amigos para festejar; o quedándote en casa leyendo o viendo una serie’.

La oscuridad de la sala, los pulsadores para responder y los efectos especiales que hay entre pregunta y pregunta recrean la tensión de un concurso televisivo, aunque aquí «nadie puede equivocarse en las respuestas», aseguró en una entrevista con EFE el creador del Museo de las Realidades Infinitas, Kristian Gilroy.

«Recogemos las respuestas de los visitantes, pero lo hacemos de forma divertida y atractiva, para que nunca sientas que te han puesto a prueba», añadió Gilroy.

En otra sala futurista, se ilumina una pantalla que lanza una pregunta dicotómica a los usuarios (‘¿Todo o nada?’), de la cual no pueden escapar si quieren avanzar en su recorrido, y más adelante se les pone a prueba para descubrir si son capaces de bailar al ritmo de unas músicas determinadas.

Con el brazalete que cada visitante lleva incorporado, un sistema tecnológico captura todas las decisiones que toman y, al final del recorrido, todo esto servirá para descifrar la verdadera personalidad de cada persona dentro de un rango de seis perfiles preconfigurados por el MOIR, cada uno de ellos simbolizados por un animal: oso, lobo, león, tigre, águila o zorro.

«La personalidad de todo el mundo tiene algo positivo, pero también partes oscuras. Un león es valiente y fuerte, pero tiene una parte sombría. A las águilas las hemos aparejado con personas que tienen una visión panorámica y calculadora de la vida, los zorros son personas curiosas y leales», explicó Kristian Gilroy.

Para confeccionar estos perfiles, el Museo de las Realidades Infinitas recurrió a un equipo de psicólogos, antropólogos, neurocientíficos y filósofos profesionales, liderados por la doctora Martha Newson, investigadora y profesora de la Universidad de Oxford, donde ejerce como antropóloga cognitiva y psicóloga.

Las respuestas para crear estos seis perfiles de personalidad se obtuvieron mediante una prueba piloto con un grupo de 1.000 personas en Bélgica, que hicieron de conejillos de indias y fueron los primeros en responder a todas las pruebas planteadas por el Museo de las Realidades Infinitas.

De momento, esta experiencia sólo está disponible en Bruselas pero la empresa que dirige el MOIR en la capital belga, liderada por Kristian Gilroy, ya tienen prevista la apertura de una próxima sede en París, para el mes de septiembre de este 2024.

Le seguirán otros Museos de las Realidades Infinitas en Berlín y Londres, con inauguraciones planeadas para el próximo año 2025, y ya más a largo plazo también en Nueva York, Roma o Dubái, con la intención de llevar por todo el mundo este viaje hacia el lado más oculto de cada persona. EFE