México.

Los humedales en las más de 17.000 hectáreas como el río Nazas que atraviesa el Cañón de Fernández en Durango, México, están amenazados por una especie exótica que pone en peligro la biodiversidad de esta zona: el carrizo, una especie exótica e invasora.

Ante esta problemática, la Energética Iberdrola México ha lanzado un programa de control de la mano de la comunidad y de autoridades locales para actuar ante las implicaciones dañinas que esto ha generado, como detener el flujo del agua.

“Lo más grave por así decirlo del tema del carrizo, del tema de esta especie es que es una especie exótica, no es especie propia del ecosistema, lo que ocasiona el desplazamiento de las especies que sí son endémicas, que sí corresponden al ecosistema y en ese caso pues sí corresponde un peligro para la subsistencia, de la sobrevivencia de las especies”, detalló Miguel Ángel Puente, jefe del Departamento de Administración del Cañón de Fernández.

A través del programa de control, los habitantes de las comunidades aprovechan el carrizo para elaborar artesanías e incluso bardas y muebles con este material.

La iniciativa medioambiental de Iberdrola está vigente desde 2019 y hasta el momento ha logrado el control de 16 190 metros cuadrados de carrizo en las poblaciones de Santa Anita y Nuevo Grasero y estima que al término de este año se puedan controlar 13.000 metros cuadrados adicionales.

Para 2023, la energética española de la mano de Pronatura Noreste buscará profundizar en capacitaciones para la conservación de especies endémicas y el intercambio de experiencias con guardaparques de la Reserva de la Biosfera de Mapimí.

“Es muy importante justo el que haya un sentido de pertenencia por parte de la comunidad, justo como para este tema de la conservación, que haya un seguimiento y que ellos sean partícipes porque al final es un proyecto a largo plazo a más de cinco años”, señaló Erika Fernández de la Fundación Iberdrola.

Esta no es la única actividad que realizarán en el año, puesto que recientemente Iberdrola y un grupo de brigadistas de la compañía y la comunidad llevaron a cabo acciones de reforestación al plantar alrededor de 500 árboles.

El Cañón de Fernández fue declarado área natural protegida en 2004 y el programa de la Fundación Iberdrola estima una inversión de 315 789 dólares hasta 2024, con la que impulsa la protección de al menos 580 especies de fauna y flora.