África.

El labio leporino es un motivo de estigma frecuente en Zimbabue, donde las malas lenguas acusan a las madres de haber sido infieles a sus parejas o adjudican la fisura a la brujería.

Muchas mujeres del país tienen que soportar la deshonra por la anomalía de sus bebés con los labios leporinos o el paladar hendido: una condición que se produce por un punto descompensado de los dos lados del labio mientras el pequeño aún está en el útero de su madre.

Según el Banco Mundial, en Zimbabue, cerca del 40 % de la población vive por debajo de los umbrales de la pobreza, pagar los 2.000 e incluso 3.000 dólares que cuesta una cirugía correctiva en un centro médico privado está al alcance de pocos.

A menudo, para las familias con bajos ingresos, su única opción son los servicios de los médicos extranjeros que viajan a Zimbabue financiados por grupos misioneros u organizaciones no gubernamentales.

Pero un equipo de médicos, cirujanos, anestesistas y otros profesionales médicos zimbabuenses está trabajando para cambiar este escenario: viajan por todo el país ofreciendo cirugías gratuitas a los niños con labios leporinos.

Conseguir ese objetivo no es sencillo: cada procedimiento dura al menos dos horas y media. Pero el equipo ha hecho correr la voz y cada vez más padres con niños con labios leporinos se ponen en contacto con ellos para programar una cita.