Argentina.

Con algunas canas asomando en su pelaje negro y la mirada cansada por los años vividos, un apacible perro cocker, alguna vez abandonado, se recuesta con confianza para recibir la acupuntura que menguar el dolor articular propio de su edad.

Este viejito es parte de una comunidad formada por cientos de canes rescatados y cobijados por la Asociación Protectora de Animales Aprani, una ONG argentina que les da la mejor vida posible a más de 200 perros, gatos, conejos, aves, caballos y chanchos que fueron abandonados, maltratados o tienen problemas de conducta.

Habla Alicia Barreto, médica veterinaria, especialista en etología y fisioterapia. Fundadora de Aprani: “Lo que hacemos es tratar de que pasen la mejor vida posible. Tratamos cuando los rescatamos, de curarlos. Tratar de sacarle todos los males que traen de su vida en la calle o de su vida en un centro de zoonosis, o porque han sido heridos. Bueno, que traten de curarse, algunas veces no lo logramos, muchas veces sí. Y después intentamos darlos en adopción. Y mientras tanto tratamos de darle una buena vida”, explicó Alicia Barreto.

La ONG, creada en 2006, tiene su sede en un terreno de más de 2 hectáreas en el distrito bonaerense de Moreno, a pocos kilómetros de la capital argentina, donde los animales son atendidos con la intención de sanarlos y conseguirles un hogar definitivo a través de la adopción responsable.

El refugio no solo les da albergue y alimento, sino también atención veterinaria, alopática, homeopática, antroposófica e inmunoterapia. Asimismo, con el objetivo de aliviar la inflamación y los dolores articulares típicos de la edad, los ancianos y aquellos con problemas de locomoción reciben tratamientos de fisioterapia, acupuntura y ultrasonido.

A la par de la atención animal, otra de las metas de la ONG es concientizar sobre el amor a los animales. Por ello, desde sus redes Aprani publica periódicamente artículos con información relevante.

Por: EFE.