México.
México cuenta con 22 especies de psitácidos y de éstos seis son endémicos. Todos, excepto dos, se encuentran en categoría de riesgo, seis en peligro de extinción, diez amenazadas y cuatro en categoría de protección especial.
“Los psitácidos pericos, loros, guacamayas siempre han sido muy atractivos para las personas que por tradición quieren tener un perico en casa para que hable. Pero son animales que realmente no son buenas mascotas, son muy destructores, son ruidosos y al final pues muchos de estos animales que llegan como mascotas a una familia terminan siendo rechazados y abandonados”, explicó Victor Busteros, director de Txori.
En el caso particular de la Guacamaya Verde, ‘Ara militaris’, históricamente se contaban con registros de toda la vertiente del Pacífico mexicano, desde el sureste de Sonora hasta Chiapas y algunas poblaciones aisladas en regiones del Golfo de México y el centro del país.
El dato más reciente que se posee por parte de autoridades mexicanas en el área, la Guacamaya Verde ha desaparecido en dos estados del sur mexicano.
Aquí es donde cobra relevancia el trabajo que realiza Txori, una organización ornitológica ciudadana cuya finalidad es preservar aves mexicanas en peligro de extinción y que actualmente, en colaboración con otras instituciones, se plantearon la liberación de un grupo de ejemplares nacidos bajo cuidado profesional.
“En el caso de Jalisco es su intento de reforzar la población remanente, porque en esta zona en donde vamos a llevar la guacamaya verde sí hay todavía una población muy pequeñita. Y bueno, la idea de nosotros es reforzar esa población y en la medida de lo posible ir fortaleciendo para que continúen. Actualmente la idea es liberar un grupo de alrededor de 20 o 25 animales. Todavía estamos en el proceso de evaluar estos animales. Estamos buscando que no sean solo de nuestra, de nuestro santuario. Estamos buscando que son de otros santuarios”, comentó Busteros.
La Guacamaya Verde presenta un claro comportamiento gregario, conformando grupos de diferentes tamaños que siguen patrones diarios de salir a Forrajear en la madrugada y regresar al finalizar la tarde a pasar las noches en sitios denominados «dormideros», los cuales usan de forma persistente durante años.
Lo que ha llevado a esta ave a la lista roja de especies amenazadas, es el tráfico y comercio ilegal, la invasión humana en sus espacios naturales y la deforestación, así como el saqueo de nidos. Una guacamaya o un loro vale mucho más libre en la naturaleza que en una jaula.
Por: Canal 44.
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