Por: Pao­la Gor­don Luna (Pa­na­má-Mé­xi­co).

La industria del agua se refiere al conjunto de actividades económicas relacionadas con el suministro, gestión y tratamiento del agua, abarcando una amplia gama de sectores y servicios que se pueden clasificar en diferentes categorías o subsectores como por ejemplo, la industria del suministro de agua, la industria de tratamiento de aguas residuales, la industria de tecnologías y equipos para el tratamiento del agua, la industria de infraestructura hídrica o la industria de consultoría y servicios especializados relacionados con la gestión del agua.

En 2021, el mercado global del agua tuvo un valor estimado de 655 mil millones de dólares estadounidenses, del cual los tres principales subsectores fueron el tratamiento de aguas residuales (29 por ciento), el tratamiento de aguas industriales (10.7 por ciento) y la fabricación, distribución y venta de válvulas (8.4 por ciento).

Otros subsectores incluyen los sistemas de filtración, los sistemas de bombeo, el tratamiento de agua residencial, químicos para el agua, ingeniería y consultoría, redes de agua inteligente, desalinización, tuberías, medidores de agua, sistemas de automatización, agua de lastre, pruebas de calidad del agua, entre otros.

En América Latina y el Caribe, la industria del agua es dinámica y está marcada por tendencias que van desde el estrés hídrico y la escasez del agua, el desarrollo de infraestructura, la gestión integrada de recursos hídricos, la calidad del agua y saneamiento, el nexo agua-energía hasta la adaptación al cambio climático y la implementación de nuevas tecnologías.  

Estrés hídrico y escasez de agua

La región de América Latina y el Caribe es abundante en agua. De conformidad con las últimas estimaciones regionales, en promedio posee una dotación de agua por habitante de cerca de 28,000 metros cúbicos al año, lo que representa más de cuatro veces la media mundial de 6,000 metros cúbicos por habitante por año (FAO, 2016; Unesco 2021). 

Aunque la región cuenta con una gran cantidad de recursos hídricos, existen factores que contribuyen a la falta de acceso a agua de calidad como el cambio climático, el crecimiento de la población, la urbanización, la gestión ineficiente del agua, la contaminación y degradación de fuentes de agua, el uso ineficiente y desperdicio de agua, entre otros. 

La industria privada está desempeñando un papel importante en la promoción de la reutilización y reciclaje del agua al implementar tecnologías y prácticas innovadoras para maximizar el uso sostenible del agua y reducir su impacto ambiental. Esto incluye la implementación de tecnologías avanzadas de tratamiento como ósmosis inversa, la desinfección por rayos ultravioleta y la filtración avanzada. Muchas empresas están obteniendo certificaciones y adhiriéndose a estándares de sostenibilidad en la gestión del agua como la Norma ISO 14001 (sistema de gestión ambiental) y la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental). 

Desarrollo de infraestructura

La región ha realizado avances significativos en el desarrollo de infraestructura para garantizar el acceso a servicios de agua potable, saneamiento y gestión adecuada de los recursos hídricos, pero aún enfrenta desafíos en términos de inversión, expansión de la cobertura y mantenimiento de la infraestructura existente. 

Según estimaciones del BID 2021, la región necesita invertir 2,220,736 millones de dólares en los sectores de agua y saneamiento, energía, transporte y telecomunicaciones para expandir y mantener la infraestructura necesaria para cumplir con los ODS. De ese total, un 59 por ciento deberá destinarse a inversiones para infraestructura nueva y un 41 por ciento a inversiones de mantenimiento y reposición de activos que llegan al final de su vida útil.

El desarrollo de infraestructura requiere la adquisición de equipos, materiales y servicios diversos, lo que impulsa la actividad de la cadena de suministro. Esto beneficia a los proveedores locales, desde fabricantes de equipos y materiales de construcción hasta empresas de servicios de ingeniería y consultoría. 

La infraestructura adecuada en el sector del agua mejora la productividad de las empresas y la competitividad de la economía en general ya que el acceso a servicios de agua potable y saneamiento confiables y de calidad es fundamental para el desarrollo de diversas industrias, como la agricultura, la manufactura y el turismo.  Además, la inversión en infraestructura hídrica en áreas rurales y comunidades remotas contribuye al desarrollo regional, promoviendo la inclusión social y mejorando la calidad de vida de la población local. 

Gestión Integrada de Recursos Hídricos

El agua es un recurso fundamental para diversos sectores, como la agricultura, la industria, el abastecimiento público, la generación de energía y el sostenimiento de los ecosistemas naturales. 

La gestión integrada de recursos hídricos reconoce la interdependencia de estos sectores y busca coordinar y equilibrar el uso del agua entre ellos.  Esto implica la implementación de estrategias y políticas que consideren las necesidades de todos los usuarios y promuevan la eficiencia en el uso del agua. 

La implementación de la gestión integrada de recursos hídricos requiere de servicios y consultoría especializada en la planificación, gestión y monitoreo del agua. Esto incluye la realización de estudios de viabilidad, evaluaciones de impacto ambiental, diseño de sistemas de gestión del agua, desarrollo de planes de manejo de cuencas, entre otros. La demanda de estos servicios crea oportunidades económicas para empresas de consultoría y profesionales especializados en gestión del agua. 

Calidad del agua y saneamiento

El acceso a agua potable y saneamiento adecuado es fundamental para garantizar la salud y el bienestar de la población, al reducir la propagación de enfermedades transmitidas por medio del agua contaminada como la diarrea, el cólera, la fiebre tifoidea, entre otras. 

El establecimiento y cumplimiento de regulaciones y estándares nacionales e internacionales debe ser una obligación para los gobiernos, los prestadores de servicios de agua y saneamiento, así como también, para las industrias y comercios.

Este compromiso y obligación crea oportunidades económicas para las empresas que ofrecen tecnologías, equipos y servicios para el tratamiento y la mejora en la calidad del agua, así como para aquellas que se especializan en la construcción y operación de sistemas de tratamiento del agua. 

Nexo agua-energía

Existe una relación intrínseca entre la disponibilidad y gestión del agua y el suministro de energía.

La generación hidroeléctrica desempeña un papel fundamental en el suministro de electricidad en América Latina. En varios países como Brasil y Colombia, la energía hidroeléctrica representa una parte considerable de la matriz energética y contribuye a la seguridad energética y la diversificación de fuentes.

Los procesos de generación de energía, como la producción de electricidad a partir de centrales termoeléctricas, a menudo requieren grandes cantidades de agua para el enfriamiento, por lo que la implementación de tecnologías más eficientes en el uso del agua en la generación de energía puede generar oportunidades económicas al reducir los costos operativos y minimizar la presión sobre los recursos hídricos. 

También el hidrógeno verde, producido a partir de fuentes de energía renovable mediante la electrólisis del agua, es una alternativa que diversos países de la región están adoptando y que crea oportunidades económicas en varias etapas de la cadena de valor, desde la producción y distribución hasta la implementación de infraestructuras de hidrógeno y la fabricación de equipos y tecnologías relacionadas.    

Adaptación al cambio climático

Los efectos del cambio climático, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos y los cambios en los patrones de precipitación, plantean desafíos para la gestión del agua en la región. A medida que el clima cambia, se producen impactos significativos en los recursos hídricos como sequías más intensas, inundaciones, aumento del nivel del mar y cambios en los patrones de precipitación

Esto impulsa la necesidad de encontrar soluciones innovadoras como la implementación de técnicas de conservación del agua, sistemas de alerta temprana, desarrollo de infraestructura de drenaje y almacenamiento adecuadas, la adopción de enfoques de gestión integrada de cuencas, entre otros. Estas medidas representan oportunidades económicas para empresas especializadas en ingeniería hidráulica, construcción de infraestructuras, tecnologías de monitoreo y gestión de inundaciones, predicción de eventos climáticos extremos, investigación y desarrollo. 

Implementación de nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías permiten una mejor gestión y uso eficiente del agua en todas las etapas, desde la captación y el tratamiento, hasta la distribución y monitoreo.  Por ejemplo, sistemas avanzados de medición y monitoreo en tiempo real ayudan a identificar fugas, optimizar el consumo de agua y mejorar la eficiencia en la distribución.

Estas tecnologías permiten a las autoridades gubernamentales y empresas tomar decisiones más informadas y eficientes en la gestión del agua, lo que se traduce en ahorro de recursos y reducción de costos. También la implementación de sistemas de control y supervisión automatizados, la integración de plataformas de gestión de datos y la adopción de tecnologías de la nube y el Internet de las Cosas (IoT) brindan la capacidad de recopilar, analizar y utilizar datos en tiempo real para optimizar los procesos. 

La implementación de nuevas tecnologías en la industria del agua crea oportunidades de mercado y generan empleos en el sector de la tecnología del agua, facilitan la internacionalización y fomentan la colaboración y las asociaciones del sector. Esto incluye la fabricación, la instalación, el mantenimiento y la prestación de servicios relacionados con estas tecnologías.  

La industria del agua en América Latina y el Caribe enfrenta desafíos significativos, pero también ofrece oportunidades para impulsar un enfoque más sostenible en la gestión del agua. La colaboración entre las diferentes partes interesadas, el uso de tecnologías avanzadas, la educación y la concienciación, así como la promoción de prácticas de conservación y eficiencia, son elementos clave para aprovechar estas oportunidades y garantizar un futuro hídrico seguro y sostenible en la región.

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Pao­la Gor­don Luna especialista en gestión de recursos naturales. Tiene estudios en Biología y en Manejo de Proyectos en la Universidad de Panamá y en la Universidad de Utah. Es Maestra en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales por la Universidad de Guadalajara. Actualmente, en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apoya a los gobiernos brindando asistencia técnica para mejorar el desempeño y la eficiencia de los sistemas de agua potable y desarrollar estrategias de planificación hídrica.