México.
Desde hace varias generaciones, la cuna de un bebé se ha suspendido de forma en que pueda mecerse. La mamá acostumbra a abrazar al bebé mientras se mueve en una mecedora y si usted observa a una madre con su hijo en brazos, aun estando parada verá que esta adopta un inconsciente movimiento de vaivén para que el bebé se duerma. Hoy unos neurólogos encontraron que el vaivén de una mecedora, hamaca o cuna, favorece el sueño.
Para comprobarlo realizaron el siguiente experimento: A la mitad de un grupo de voluntarios se les pidió que durmieran una fiesta en una cama con vaivén de mecedora y al otro segmento en una cama fija. A todos ellos se les realizó un registro polisomnográfico. Este incluye estudio de ondas cerebrales, actividad muscular, ritmo cardiaco y flujo del aire en la respiración.
Aquellos que estaban en una cama que se mecía se durmieron más rápido y más profundo que los que estaban en cama fija permanecieron más tiempo en la etapa dos del sueño, que es en la que la actividad muscular está en su mínimo nivel y desaparece toda conciencia del entorno exterior.
Los investigadores suponen que al mecer al bebé, las ondas cerebrales relacionadas con el sueño entran en sincronía con las del hipotálamo y la corteza cerebral, probablemente como resultado de señales enviadas por el sistema vestibular en el oído interno que registra el movimiento y el equilibrio. Ahora ya sabe usted que es una buena idea conseguir una hamaca para dormir una excelente fiesta.
Por: Dirección General de la Divulgación de la Ciencia UNAM.
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