EE. UU.

Después de cuatro meses de que los gobiernos y empresas tecnológicas anunciaran a toda voz aplicaciones de rastreo de contactos, las cuales debían ser clave para la lucha contra la pandemia de la COVID-19, hoy el panorama es distinto.

Pues su grado de penetración ha sido muy inferior a lo esperado, y su efectividad ahora es relativa. Investigadores aseguran que, para que este tipo de aplicaciones sean exitosas, los gobiernos deben de tener sistemas de salud públicos sólidos, y permitan que cuando los usuarios reciban la información de que han sido expuestos al virus sepan qué hacer, a quién llamar, quién les ayudará a saber si la interacción realmente los ha puesto en riesgo, etcétera.

Entre los factores que entorpecen esta estrategia digital de lucha epidemiológica, se encuentran la falta de garantías en la privacidad y la falta de diseño, que en algunos casos han derivado en alertas falsas.

El caso de Estados Unidos es particularmente ilustrativo, puesto que al albergar la sede de Apple y Google solo el Estado de Virginia tiene en funcionamiento una aplicación basada en esa interfaz.

Por: EFE