Valencia, España

El proyecto Life Renaturwat demuestra que tratar agua residual urbana combinando humedales artificiales con lodos de potabilizadora es un método eficaz y barato para pequeñas y medianas poblaciones.

Esto permite que puedan depurar sus aguas con calidades muy superiores a las de vertido.

Desarrollan a escala real una tecnología que permite limpiar las aguas residuales urbanas mediante una solución circular y basada en la naturaleza.

Esta es entre tres y cuatro veces más barata y permite devolver el agua al medio en condiciones aptas para generar vida.

Lodos, la clave para reducir hasta un 80 % el fósforo

Para mejorar la calidad del agua depurada, Renaturwat  se mezclan dos tipos de humedales artificiales: uno basado en lodos de potabilizadora, que actúa como medio filtrante y adsorbente, y otro de lámina libre.

Mientras el primero obtiene menores concentraciones de contaminantes químicos, el segundo facilita la actividad biológica del agua residual antes de devolverla al medio natural.

Todo esto según el investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universidad Politécnica de Valencia, Miguel Martín Monerris.

Las pruebas se hacen en Carrícola con 200 habitantes, y la urbanización Los Monasterios (Puçol, Valencia), en la que viven unas 2.000 personas.

Ya cuentan con depuradoras basadas en humedales y cuyas aguas son ahora “refinadas” con humedales adicionales basados en lodos de potabilizadora deshidratados.

Los fangos demostraron a escala real lo que indicaban las pruebas de laboratorio: su eficacia para atrapar  fósforo y nitrato.

Esto es esencial para evitar la eutrofización de masas de agua,  que conllevan la “muerte por asfixia” por la proliferación de algas que consumen todo el oxígeno.

Reducen entre el 75 y el 80 % de fósforo respecto al sistema existente (que ya permitía obtener aguas con calidad de vertido).

Igualmente rebajan significativamente el  nitrógeno y otros contaminantes, como la bacteria fecal escherichia coli y mejorando la calidad biológica.

Transferible a industrias y granjas

El sistema mejora la calidad física y química del agua residual, pero también la biológica.

Aprovechando algo que hasta ahora era considerado un residuo, como  los fangos de potabilizadora, añadiendo la  circularidad a una tecnología ideada inicialmente para pequeñas y medianas poblaciones.

 Así como se usa en el tratamiento de aguas urbanas para devolverlas al medio lo más renaturalizadas posible de igual manera es transferible a industrias y bodegas para el tratamiento de la aguas de procesos.

Todo esto según  Nuria Oliver, técnico de Innovación de Global Omnium Medioambiente.