Argentina
La cárcel del fin del mundo se ubica en Ushuaia (Argentina), la ciudad más austral del planeta. Dentro de sus muros se encontraban delincuentes, que más que prisioneros del penal, eran presos de la isla donde vivían.
A este penal llegaban criminales sin importar el grado de sus fechorías, quienes al ser enviados a la cárcel del fin del mundo perdían toda esperanza de escapar. “Mucha gente se fugaba pero volvían a causa del hambre y del frío. Se les daba un periodo de siete a 40 días para volver, de no ser así eran considerados muertos”, explica Fernanda Fuentes, guía del museo en el que se convirtió la cárcel.
Dentro de las anécdotas que se cuentan sobre el penal, se encuentra la posibilidad de que el cantante Carlos Gardel estuviera recluido resalta sobre las demás. La cárcel fue cerrada en 1947, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, para convertirse en base naval.
Por: EFE
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