Por: Durruty de Alba (México).

Don Severo Díaz significaba -significa aún- para Guadalajara, el método en el saber científico. Pero también, y aquí la lección imperecedera que deja a la juventud estudiosa, la humildad que es, en la distancia de los tiempos, reconocimiento de su propia grandeza espiritual… La Universidad de Guadalajara le es deudora de un homenaje: los servicios meteorológicos reconocen el empeño que tan ilustre sabio jalisciense se impuso en los trabajos que realizó día tras día en el observatorio.

Adalberto Navarro Sánchez, Adalberto Navarro Sánchez. Los escritos. Los versos, Secretaría de Cultura de Jalisco, Guadalajara (2000), p. 95-97

El mes de septiembre es rico en efemérides, no sólo las patrias para el caso de México (inicio y consumación de la Independencia), también en la matria jalisciense recordamos a sendos sabios que descollaron no sólo en el escudriñar de los cielos arriba y debajo de la atmósfera, me refiero a los presbíteros Severo Díaz Galindo y José María Arreola Mendoza, quienes también hicieron aportaciones a otras disciplinas del saber humano y su enseñanza como las matemáticas, la química, la arqueología, por mencionar algunas; el popularmente conocido como páter Díaz falleció el 14 de septiembre de 1956, en tanto don José María Arreola nació en Zapotlán el Grande (hoy Ciudad Guzmán) el 3 de septiembre de 1870.

Les menciono, aunque con brevedad, pues tenemos la fortuna de conservar en Guadalajara uno de los observatorios en el que realizaron su actividad y sobre el cual escribí brevemente en esta columna el Observatorio Astronómico y Meteorológico del Estado de Jalisco, aunque desafortunadamente los otros, los de Zapotlán y los del Seminario del señor San José de Guadalajara ya no existen, si bien aún se preserva el edificio donde estuvieron los de la última institución en la capital jalisciense.

Foto: Fondo Histórico, Biblioteca IAM-UdeG

Lo anterior viene a cuento porque el pasado 8 y 9 de septiembre se realizó de manera híbrida desde el Armagh Observatory and Planetarium (AOP) en Irlanda y bajo el título “Contemporary Observatory Networks” el cuarto taller dedicado a las redes de observatorios históricos, concluyendo así una serie, según informan organizadores:

“Inspirado por el próximo 350 aniversario del Observatorio Real de Greenwich en 2025, este proyecto de investigación en red consistirá en cuatro talleres destinados a reunir a académicos del Reino Unido e internacionales que investigan las historias del observatorio con curadores, educadores, astrónomos y otras personas que trabajan en sitios relevantes en la actualidad”.

Foto: Armagh Observatory and Planetarium

 

Tuvimos así la oportunidad de conocer sobre observatorios astronómicos -algunos de ellos también con una componente meteorológica- de otras partes del mundo los cuales se conservan como centros de cultura científica, con variopintas historias y condiciones, como la propia sede del encuentro, establecido en el año de 1791 y del cual nos mostraron el documento donde el gobierno de la ciudad consigna “un acto para establecer y preservar un Observatorio y Museo público en la ciudad de Armagh para siempre”, también nos mostraron el resumen de los registros meteorológicos que en el sitio realizan desde 1795 y como se precian de conservar su biblioteca histórica, siendo tal conjunto un espacio privilegiado para aquellos interesados en el desarrollo de las ciencias ahí cultivadas.

El profesor Michael G. Burton, astrofísico de origen australiano, es desde 2016 el director del AOP y quien hizo la primera de cinco charlas dedicadas a la historia, programas y actividades realizadas por su institución; otra de las presentaciones fue la de Marc-Olivier Schatz, del Observatoire cantonal de Neuchâtel, sitio inscrito en el Portal de Patrimonio Astronómico auspiciado por la UNESCO sobre el cual nos contó la curiosa relación establecida con los fabricantes de relojes de la región, al hacerle la pregunta expresa sobre su biblioteca histórica mencionó que la misma fue trasladada a la Biblioteca Pública del cantón.

Foto: Observatoire cantonal de Neuchâtel

La mesa de discusión al terminar las sesiones de ese día fue concluyente en la importancia de preservar todos los elementos posibles de los antiguos observatorios, lo cual nos lleva a sugerir que el ahora Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara sea consolidado como centro de patrimonio astronómico al conjuntar el Fondo “José María Arreola” el cual me informaron en estos momentos se encuentra en cajas en la Biblioteca Publica del Estado “Juan José Arreola” y el Fondo Observatorio del Archivo Histórico de la Universidad de Guadalajara, aunque para ello sea necesario nos compren algunas de las casas aledañas al Instituto que están en venta.

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Du­rruty de Alba es Licenciado en Física adscrito al Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), dedicado a la divulgación e historia de la ciencia. Desde 1990 escribe sobre dichos temas en distintos medios de comunicación de Jalisco, México. Es miembro de la Sociedad Mexicana de Física, la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología, del Departamento de Estudios Históricos de la Arquidiócesis de Guadalajara y de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.