Por: Durruty de Alba (México).

Ursula juró cobrar venganza, lo cual no sería difícil, puesto que Katharina Kepler no le caía bien a nadie. A la simpática y vengativa amiga le iban a ser muy útiles los rumores que ya corrían acerca de la señora Kepler, así como el miedo a las brujas que dominaba Alemania en esa época y que llevó a 15 mujeres a la hoguera en Leonberg en el invierno de 1615.

Sergio de Régules, La mamá de Kepler, Ediciones B. México (2012), pp.171-172

No podemos terminar el año sin recordar a uno de los personajes señeros en los albores de la ciencia moderna, más aún que se han cumplido aniversarios redondos relativos a su obra y el próximo 27 de diciembre -si nos fuera dada la bíblica longevidad- hubiera cumplido 450 años.

En 1571 nació en Weil der Stadt en las estribaciones de la Selva Negra germana,  me refiero a quien recibió el nombre de Johannes Kepler, cuya labor concretó la revolución iniciada con la impresión en 1543 y posterior divulgación del libro copernicano De Revolutionibvs orbium coelestium. Libri VI  (sobre las revoluciones de los orbes celestes. Seis libros).

El buen amigo, colega y prolífico autor Sergio de Régules nos cuenta en el epígrafe que he seleccionado para esta nota el inicio de uno de los episodios más dramáticos en la vida de Kepler, cuando por las rencillas en las que se involucró su madre suscita acusaciones de brujería y su respectivo proceso y según refiere Adam Jared Apt: “Kepler gastó mucha energía entre 1615 y 1621 en la exitosa defensa de su madre” (Biographical Encyclopedia of Astronomers, Springer (2014), p. 1177.

Además, en 1621 se termina la publicación del Epitome Astronomiae Copernicanae kepleriano iniciada en 1618 donde el graduado en la luterana Universidad de Tübingen junto con la difusión del modelo heliocéntrico del canónigo de Frombork introduce el concepto de inercia, luego retomado por Galileo y canonizado como la Ley I del movimiento por Newton en su Philosophiae Naturalis Principia Mathematica (Principios matemáticos de la filosofía natural).

Ahora los hispanohablantes tenemos la facilidad de acceder no sólo a algunas de las obras de Kepler, como el Prodromus Dissertatonvm Cosmographicarvm, continens Mysterivm Cosmographicvm de Admirabili Proportione Orbium Coeleſtium: deque cauſis caelorum numeri, magnitudis, motuumque periodicorum genuinis & propriis, Demonſtratum per quinque regularía corpora Geométrica popularmente conocido sólo como Mysterivm Cosmographicvm publicado originalmente en 1597.

De este se hizo una segunda edición en 1621 y también disponemos de acuciosos estudios acerca del personaje, como el extracto relativo a Kepler del indispensable libro The Sleepwalkers (Los sonámbulos; Hutchinson Pub. Group, Londres 1959) del erudito Arthur Koestler, quien nos cuenta sobre la génesis del Mysterivm acaeció a partir de los comentarios de Maestlin, profesor de Kepler, del modelo expuesto por Copérnico.

En tanto ilustrado y eficiente practicante de la astrología, no debemos perder el contexto histórico en el cual vive Kepler, sale de las prensas en 1601 su obra De Fundamentis Astrologiae Certioribus, un ejemplar del mismo es conservado en la Real Biblioteca de Copenhague y ha sido digitalizado, y como escribe el propio Kepler en la Tesis I del mismo:

“Como se considera generalmente, pertenece a la autoridad de un matemático escribir un pronóstico anual. Es por eso que yo decidí, ahora en el próximo año 1602 desde el nacimiento de Jesucristo nuestro Salvador, cumplir con este compromiso, no tanto por curiosidad del público, como por el compromiso del filósofo”.

Hace 415 años, en 1606 acerca del raro -sucede muy excepcionalmente en la vida de un hombre- fenómeno por él presenciado en 1604 publicó De Stella nova in pede Serpentarii, donde describe lo conocido ahora como explosión de supernova acaecido en la constelación zodiacal de Ofiuco, sobre el texto kepleriano comenta el doctor Eduardo Battaner:

“la obra tiene treinta capítulos. Además, se trata nuevamente de una mezcla de creencias astrológicas y religiosas, junto con una escrupulosas atención a los datos” (El Movimiento Planetario. Kepler. Bailando con las estrellas, National Geographic (2012), p.104).

La obra y el hombre (Foto: D.J. de Alba M.)

Para 1611 publica De nive sexángula (De nieve haxagonal), digitalizado y disponible gracias a las bibliotecas de la Universidad de Oklahoma, que es un folleto de 24 páginas acerca de los copos de nieve preparado como regalo de año nuevo para un amigo.

Finalmente, gracias al Programa Nacional de Lectura de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México un breve libro que además contiene extractos de obras keplerianas está disponible como parte de la colección “Libros del Rincón” para bibliotecas escolares, es El arquitecto del Cosmos. Johannes Kepler, del colega Rafael Martínez, profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

Algo de divulgación (Foto: D.J. de Alba M.)

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Du­rruty Jesús de Alba Martínez es licenciado en Física adscrito al Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), dedicado a la divulgación e historia de la ciencia. Desde 1990 escribe sobre dichos temas en distintos medios de comunicación de Jalisco, México. Es miembro de la Sociedad Mexicana de Física, la Sociedad Mexicana de Historia de la Ciencia y la Tecnología, del Departamento de Estudios Históricos de la Arquidiócesis de Guadalajara y de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.