Por: Anabel Casillas y Ricardo García (México).

Cada vez somos más y más humanos alrededor del mundo y hay una verdad ineludible a la que todos estamos sujetos: necesitamos comer. Para producir nuestros alimentos, desde la antigüedad se han desarrollado técnicas para hacer cada vez más eficientes y productivos nuestros campos; desde la milpa, donde se sembraba maíz y frijol para crear un ciclo virtuoso de nutrientes, hasta la selección artificial con que se domesticaron diversos granos y frutos para poder satisfacer el apetito de la población tres veces al día, idealmente.

Con el incremento en la población vienen grandes retos, como poder generar suficiente alimento para todos y cultivar de forma cada vez más eficiente. Esto ha llevado a que existan muchos monocultivos y que sea necesario el uso de pesticidas para mantener a las plagas dañinas a raya para evitar perder mucho dinero y valiosos alimentos por la invasión de estos pequeños insectos. No obstante, el uso de pesticidas químicos ha probado una y otra vez que es muy fácil desequilibrar el frágil ecosistema que tenemos, además de que nos envenenamos lentamente a nosotros mismos.

La doctora Iskra Becerra Chirón, miembro del sistema nacional de investigadores e investigadora del departamento de botánica y zoología de la Universidad de Guadalajara, plantea una solución completamente amigable con el medio ambiente: investigar a los enemigos naturales de las plagas comunes en los cultivos para poder crear una guerra campal diminuta en los campos, especialmente en los de maíz que son su especialidad.

Estos insectos parasitoides llegan a los sembradíos para invadir a las especies nocivas y mantener un equilibrio óptimo en los campos. Una de estas especies nocivas es conocida como chicharrita, que es un pequeño insecto alargado que succiona la savia de las hojas, con lo que daña el cultivo. Para combatirla, la doctora Iskra hace estudios con himenópteros parasitoides, que son insectos que depredan los huevecillos de la chicharrita para así controlar sus poblaciones.

“En las tiendas agrícolas es posible comprar estos insectos congelados. Solo basta llevar el frasco al campo y dejar que el sol los descongele, que los despierte de su hibernación para que se pongan en acción”, nos comentó la doctora Iskra Becerra.

Además de especializarse en los cultivos de maíz y el control de sus plagas, la doctora Iskra es entomóloga de formación y busca difundir el cuidado de estos pequeños animales que son cruciales para el equilibrio ecológico. “Los insectos no se encuentran entre los beneficiados en los programas de conservación porque no son especies empáticas” comentó la doctora Iskra, “muchas veces se prefiere dar el dinero a programas para conservar especies con las que tenemos más empatía, como los osos panda por ejemplo, pero debería haber más programas de conservación que incluyan a los insectos”.

Si quieres escuchar la entrevista completa, está disponible en http://radio.udg.mx/

¡Nos leemos en la próxima ocasión!

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Anabel Casillas y Ricardo García son divulgadores de la ciencia. A través del programa radiofónico Ultravioleta, visibilizan el trabajo de las mujeres científicas a las que la historia en ocasiones no hace justicia.

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