Por: Anabel Casillas y Ricardo García (México).
Hay un olor que evoca, en lo personal, a los largos viajes familiares que solíamos hacer en las carreteras mexicanas (antes de que fuera demasiado peligroso hacerlo). De buenas a primeras se podría pensar que era el de las hierbas silvestres que crecen en los costados de las carreteras, o las flores que nacen luego de las primeras lluvias de verano. Pero no: ese olor es el de diésel quemado proveniente de los camiones de carga.
Podría parecer extraño, pero no encontramos un mejor consenso para abrir este texto, y afortunadamente es un olor que podría empezar a ser sustituido por otros menos agresivos al olfato y, sobre todo, más benévolos con el medio ambiente. De esto se encarga Violeta Yazmín Mena Cervantes, doctora en ciencias con especialidad en química aplicada por el Instituto Mexicano del Petróleo, e investigadora del Centro Mexicano para la Producción Más Limpia del Instituto Politécnico Nacional. ¿Su área de especialidad? Los biocombustibles.
“Como cualquier fuente alterna de energía, o el mismo petróleo, se debe realizar una evaluación de sustentabilidad del modelo de producción. Esto debe aplicarse para los biocombustibles y para cualquier tipo de energía” nos dijo la doctora Mena. “En México, cualquier empresa que quiera producir biocombustibles puede someterse a una evaluación para medir su sustentabilidad gracias a una Norma Oficial Mexicana”.
Y es que en los biocombustibles existe la oportunidad de reducir de forma significativa la huella de carbono, ya que las plantas que se utilizan para producirlos capturan carbono de la atmósfera, mismo que puede ser aprovechado en una combustión en motores de una gran cantidad de índoles. “El biodiésel puede ayudar a mitigar hasta el 90% de la huella de carbono en comparación con el diésel fósil durante su ciclo de vida”, dijo la doctora Mena Cervantes.
Ahora, una preocupación recurrente podría ser que se dedique más área de cultivo para producir biocombustibles en lugar de alimentos, pero para esto existen subsidios. “Los subsidios bien utilizados permiten sortear las desventajas para los productos emergentes o que no cuentan con un conocimiento por parte del mercado, como los biocombustibles”, comentó la doctora Mena.
Asimismo, nos comentó que el 10 de agosto se celebra el Día Internacional de los Biocombustibles. Se eligió ese día en reconocimiento a Rudolf Diésel. “A él se le atribuye el uso de aceite de cacahuate para hacer funcionar su motor. No obstante, luego se decantó la preferencia por los combustibles fósiles”.
Si quieres escuchar la entrevista completa, está disponible en http://radio.udg.mx/
¡Nos leemos en la próxima ocasión!
*Anabel Casillas y Ricardo García son divulgadores de la ciencia. A través del programa radiofónico Ultravioleta, visibilizan el trabajo de las mujeres científicas a las que la historia en ocasiones no hace justicia.
Para conocer más sobre mujeres que hacen ciencia, te invitamos a escuchar nuestro podcast, Ultravioleta, visitando www.radio.udg.mx o escríbenos a nuestro Twitter, @UltravioletaFM.
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