Por: Durruty de Alba (México)
Desde hace más de 3 años, el Instituto Nacional de Astrofísica. Óptica y Electrónica ha promovido, con otras instituciones nacionales y la UMass, un proyecto para construir un radiotelescopio de 50 metros de diámetro, que opere en longitudes de onda milimétricas. Si este proyecto se realiza, se contará con un instrumento que será el más grande de su tipo en el mundo.
Alfonso Serrano Pérez-Grovas y Emmanuel Méndez Palma en México: ciencia y tecnología en el umbral del siglo XXI, CONACyT-Miguel Ángel Porrúa, México (1994), p. 406

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En un jardín pleno de manzanos y a espaldas del edificio que alberga al mítico telescopio de 1 metro (el diámetro de su espejo principal) de lo inaugurado en 1942 como el Observatorio Astrofísico Nacional en Santa María Tonantzintla, Puebla y ahora esa instalación e instrumento  bajo administración del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encontraba una estructura de lo que fue uno de los primeros intentos para dotar a nuestro país de un radiotelescopio.

Intento fallido pues no fue hasta 1992-93 cuando ya hubo una antena operacional dedicada a observaciones solares de un radiotelescopio de manufactura soviética que fue donado al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) gracias a las gestiones de un graduado del Spetsial’noy Astrofizicheskoy Observatorii (Observatorio Astrofísico Especial) de la Academia de Ciencias de Rusia, el doctor José Eduardo Mendoza Torres, investigador titular en el INAOE.

Sala de control del GTM en la película “Cygnus” (Director: Hugo Félix Mercado, 2017)

El 22 de junio de 1994 se signó un convenio de colaboración e intercambio académico entre el INAOE y la UdeG, por parte de la primera institución firmaron los recordados doctores Alfonso Serrano Pérez-Grovas (1950-2011), director general y Emmanuel Méndez Palma (1935-2017), director técnico, ceremonia realizada en la sala de rectores del Paraninfo universitario; luego en el salón principal del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad d Guadalajara (UdeG)  se partió un pastel con peculiar decorado: en el blanco betún estaba dibujada en azul una curiosa antena protegida por un domo.

Fue la forma como la entonces directora del IAM, maestra en ciencias Valentina Davydova Belitskaya, y el personal del instituto compartíamos la celebración con nuestros visitantes directivos del INAOE por la aprobación del proyecto para construir el Gran Telescopio Milimétrico (GTM), una antena de 50 metros de diámetro dedicada a observar la región milimétrica del espectro electromagnético que había sido propuesto ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por el doctor Serrano, su principal promotor.

El proyecto del GTM se ha constituido como el más ambicioso y costoso en la historia de la ciencia en México, de carácter binacional con una inversión cercana a los 200 millones de dólares aportados a partes iguales entre las instituciones mexicanas involucradas, encabezadas por el INAOE y la University of Massachusetts en Amherst (UMass) por los Estados Unidos.

Finalmente como se dice en el argot astronómico el GTM recibió su primera luz el primero de junio de 2011, cuando según reportan en su sitio (http://lmtgtm.org/ ): “La primera fuente que se observó fue Messier 82 (M82), una galaxia con alta formación estelar relativamente cercana, localizada a 12 millones de años luz… El GTM detectó, en tan solo una hora, una gran colección de líneas de emisión producidas por moléculas orgánicas, algunas de las cuales no pueden ser producidas naturalmente en la Tierra”, de entonces a la fecha han sido varias las aportaciones a la ciencia de frontera que se han logrado con los datos obtenidos con el GTM, entre los cuales resaltamos la obtención de la primera imagen de los alrededores del agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia M87 a través de la colaboración Event Horizon Telescope (EHT) entre varios radiotelescopios alrededor del mundo donde el GTM fue uno de ellos.

Para 2017 el GTM es parte de las locaciones de la película de ciencia ficción “Cygnus” dirigida por Hugo Félix Mercado y que fue estrenada el 2 de noviembre de 2018, lamentablemente en el circuito comercial estuvo reducida su exhibición a pocas y aisladas salas, en Guadalajara donde radico estuvo sólo en una sala en el otro extremo de la ciudad, por lo que pude verla hasta la reposición que hizo el Cine Foro de la UdeG el 01 de noviembre de 2019.

En mayo de 2014 se publicó la novela El faro de Sierra Negra cuya autora es Alicia Flores Ramírez y en donde el GTM aparece incidentalmente al inicio y final de la misma donde realiza su trabajo como “estudiante de quinto año en el campus Tonantzintla” (sic) la protagonista Citlali Burgos Loyo, quien descubre al interior de una roca volcánica el manuscrito dejado por el relojero alemán Martín Tritschler, quien relata su participación en hitos acontecidos en la Puebla decimonónica y que es el grueso de la novela. Podemos decir que el GTM empieza a trascender hacia obras de la cultura.

Du­rruty de Alba es li­cen­cia­do en Fí­si­ca ads­cri­to al Ins­ti­tu­to de As­tro­no­mía y Me­teo­ro­lo­gía (IAM) de la Uni­ver­si­dad de Gua­da­la­ja­ra (UdeG), de­di­ca­do a la di­vul­ga­ción e his­to­ria de la cien­cia. Des­de 1990 es­cri­be so­bre di­chos te­mas en dis­tin­tos me­dios de co­mu­ni­ca­ción de Ja­lis­co, Mé­xi­co. Es miem­bro de la So­cie­dad Me­xi­ca­na de Fí­si­ca, la So­cie­dad Me­xi­ca­na de His­to­ria de la Cien­cia y la Tec­no­lo­gía, del De­par­ta­men­to de Es­tu­dios His­tó­ri­cos de la Ar­qui­dió­ce­sis de Gua­da­la­ja­ra y de la Red Me­xi­ca­na de Pe­rio­dis­tas de Cien­cia.