Za­po­pan, Ja­lis­co.

Duran­te la edi­ción 35 del Fes­ti­val In­ter­na­cio­nal de Cine de Gua­da­la­ja­ra (FICG), que se realiza de forma híbrida, usando distintas plataformas entre ellas UDG3D, se llevó a cabo la charla: “Derechos de autor, entre lo legal y lo real”, en la que participó Luis Schmidt, abogado en materia de derecho del entretenimiento y socio de la firma Olivares en la Ciudad de México. 

En la charla se abordó, que actualmente plataformas como Netflix, Amazon, HBO y recientemente el ingreso de Apple y Disney a este nuevo formato de cine digital, han propiciado el incremento de distribución de algunas producciones mexicanas. 

“La industria del cine en México ha crecido exponencialmente esta última década, pues anteriormente la producción estaba centrada más en canales televisivos como TV Azteca y Televisa”, dijo Luis Schmidt

Dentro de las tres ramas del derecho intelectual se encuentra el derecho de autor, que sirve para proteger las obras artísticas, literarias y audiovisuales. En el caso del cine el guión, fotografía, edición y música  son  los elementos  principales para la materia legal de protección de propiedad intelectual.

A la pregunta ¿Dónde un cineasta puede obtener permisos o licencias para utilizar estos elementos? Schmidt respondió: “hay un campo grande de posibilidades para que el cineasta se exprese y pueda recurrir a su creatividad, en muchos casos incorporando obras e imágenes de personas sin que necesariamente se deba recabar algún tipo de autorización, pues hay límites en el derecho de autor ”.

El cineasta debe saber qué hacer con los derechos de autor, los límites donde debe recabar autorización y dónde no. 

Un ejemplo de lo anterior es “Presunto Culpable”, que expuso el funcionamiento del Poder Judicial mexicano. Lo que revela el documental es que se puede fabricar toda la situación para apresar a quien se desee, esto llegó a los tribunales y provocó que se adjuntaran varios procesos judiciales, como el daño moral o de honor y otro ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial IMPI por derecho imagen. 

La conclusión, es que cualquier persona puede documentar, pues el criterio es que no hay falta de honor ni daño moral, así que es válido lo que se hizo al exponer la vida de estas personas en un trabajo periodístico que fortaleció la acción de hablar de personas y contar su historia sobre el amparo del derecho humano de la libertad de expresión. Así mismo, se considera la autorización de las personas al aparecer a cuadro aunque  sea de manera tácita.   

Schmidt participó como asesor Legal  en producciones como “Roma”, “Presunto Culpable” e “Historia de un crimen: Colosio”, “La casa de las flores” y  “Alguien tiene que morir”, donde participa el reconocido bailarín tapatío Isaac Hernandez.

Por: Fernanda Delgado/ NCC Iberoamérica.