Artículos o noticias

 La pandemia pone en jaque al champagne francés

• Bookmarks: 21


Francia

“El champagne es fiesta y las cosas no están para fiestas», asegura Pierre, que regenta una conocida tienda del más famoso espumoso del mundo en Épernay, el corazón del también conocido como champán.

Aunque los turistas no han dejado de asistir, Pierre afirma que son menos, muchos menos que en otras temporadas y eso también se ha visto en su volumen de negocios. Una tendencia que concuerda con la caída de las ventas que registra el champán desde primeros de año.

El fenómeno puede tener dimensiones históricas. En lo que va de año, el negocio del espumoso se ha desplomado un tercio. La pandemia cerró bares y restaurantes de todo el mundo, una de las salidas tradicionales de este vino.

La crisis financiera de 2008 tuvo un impacto mucho más limitado y se saldó con una caída de la facturación del 5 por ciento. «Entonces, muchos tenían algo que celebrar», bromea Pierre.

En la región aún creen en una recuperación. «Los próximos años nos dirán si el champagne sigue invitando a soñar. Lo espero porque el espíritu de champagne es hacer productos de buena calidad, consumirlos con buen humor y celebrar.

Siempre habrá cosas que celebrar», dice Étienne Goutorbe. Este joven representa a la tercera generación de productores independientes de un espumoso que lleva su apellido y que este año recortará sus ventas en 40.000 de las 180.000 botellas que comercializaron el año pasado (un 22 % menos). A diferencia de las grandes marcas, que tienen bien engrasados sus canales de distribución entre supermercados, bares, restaurantes y aeropuertos, los pequeños han tenido que labrarse su propia clientela de particulares a base de ferias y salones.

Ahora, todo ese trabajo ha dado sus frutos, «porque el confinamiento era un buen momento para descorchar un champán, en casa, en familia», sostiene Goutorbe. Estos pequeños productores han subido incluso un poco sus ventas con respecto a 2019, en contraste con las grandes firmas, que sufren un desplome.

Con la vista puesta en el final de año, cuando tradicionalmente se vende casi la mitad del espumoso, las perspectivas no son buenas. La interprofesional calcula que se venderán menos de 200 millones de botellas, frente a los casi 300 millones del año pasado, lo que se traducirá en una caída de la facturación del 34 %, hasta los 3.300 millones de euros. Lejos del récord de 2009, cuando se facturaron más de 5.000 millones.

Por: EFE

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
913 views
bookmark icon
Diseño y Hosting web por