Ecuador

Enclavada en el corazón de Quito, en Ecuador, se alza una de las joyas del barroco colonial americano, donde los fieles tejen con oro sus plegarias y los turistas pueden deleitarse con el sincretismo cultural convertido en arte.

Estamos hablando de la Iglesia de la Compañía; construida durante 160 años por miles de manos indígenas, y es una obra arquitectónica que refleja el poder que llegó a reunir en Ecuador la orden religiosa Compañía de Jesús durante la colonia.

El interior de la iglesia, la cual es considerada la construcción religiosa más importante en Latinoamérica, está cubierto casi en tu totalidad por láminas de oro de 23 quilates, y presenta también espacios pintados de un rojo especial: influencia del barroco quiteño.

Construida entre 1605 y 1765, los jesuitas tomaron como referencia a las iglesias de Jesús y San Ignacio ubicadas en Roma. Con 58 metros de largo por 26 de ancho, la iglesia tiene dos cúpulas externas, seis cupulines internos.

A este templo ni los incendios ni terremotos, de los que ha sido víctima, le han opacado los siglos de historia, arte y religiosidad.

Por: EFE