Alemania

Christiane Klimisch, una matrona alemana con más de 20 años de servicio autónomo, cuenta que alguien con su profesión debe estar disponible los 365 días del año, en cada momento.

También cuenta que le gustaría que su trabajo fuera más reconocido por la importancia que requiere ayudar a traer nuevas vidas al mundo. En Alemania, las matronas acompañan los embarazos hasta después del parto, por lo que las visitas domiciliarias se han mantenido pese a la pandemia.

Los nuevos padres se preguntan ¿cómo una matrona puede trabajar a distancia? Piensan que no sería lo mismo hablar con ellas a través de una pantalla.

El salario de las matronas es cubierto por el seguro médico alemán, pero como es mal remunerado, no es posible encontrar a muchas matronas en el país. A pesar de las dificultades, Christiane ama profundamente su trabajo. Cuenta que, además, fantasea con la idea de que la crisis por la COVID-19 convertirá a la sociedad mundial en una mejor para el planeta.

Por: DW