La Patagonia, Chile.
La Ballena Jorobada viaja miles de kilómetros para alimentarse cerca del Glaciar de Santa Inés, en la Patagonia chilena. El cambio climático podría alterar su ciclo de vida, pues el glaciar se está derritiendo y arrojando grandes cantidades de agua dulce al océano, algo que puede traer graves consecuencias para las ballenas, porque si la composición natural del agua cambia, dañaría la cadena alimenticia.
“Hay un cambio dentro de las micro algas, lo que puede generar desorganización en las estructuras secundarias y animales que se alimentan de ellas. El plancton, principal consumidor de estas micro algas, pueden transferir los cambios derivados a sus depredadores, esto incluye tanto a las ballenas como a delfines y lobos marinos que habitan esta zona”, explicó Marco Antonio Pinto, biólogo marino de la Universidad Austral de Chile.
Después de navegar por el Estrecho de Magallanes, un grupo de investigadores llegó a los pies del glaciar para recuperar una boya, que ha estado sumergida durante ocho meses, con sensores que guardan información para monitorear los cambios en el ecosistema.
Por: AFP
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