México

Tocar el violín, la guitarra o bailar a la perfección, pueden ser talentos inscritos en el ADN de las personas. Incluso ser empáticos o tener comportamientos psicópatas también está delineado por la genética de las personas desde que nacen.

Sin embargo, no solo son los genes los que determinan este tipo de conductas; sino también la cultura donde se desarrolla el individuo, su aprendizaje y las experiencias vitales van modelando sobre la genética.

Estudios han demostrado que la deficiencia del gen MAO-A (Monoaminooxidasa), situado en el cromosoma X, está relacionada con la conducta agresiva de las personas, esto se debe a que el gen regula la serotonina y dopamina en el cerebro, es decir, ordena las emociones fuertes como el amor y la violencia.

Si pensamos en el cuerpo humano como un edificio, los genes serían los cimientos y la base sobre la cual las experiencias cotidianas terminarán de construir la personalidad de cada individuo.

Entonces, ¿cuál es el papel de la genética en el desarrollo de talentos? Personas que nacen con cualidades para la música, por ejemplo, pueden desarrollar esas habilidades con mucha más facilidad que alguien que no tenga esa predisposición genética; todo depende de la práctica, pero no se puede esperar a que una persona sea el nuevo Mozart, si ésta ha nacido sin habilidades musicales.

Por: CANAL 22