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La pandemia evidenció las necesidades científicas y culturales

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Jalisco, México.

La cercanía a la ciencia siempre ha sido una necesidad, pero muchas ocasiones queda desplazada. Ahora, con la pandemia por COVID-19, Ana Peiró, Karen Rivera y Anabel Casillas resaltaron la importancia de la ciencia y de crear una cultura de salud distinta.

El trabajo de divulgar ciencia para muchas personas, se ha dado de forma accidental, pero también ha sido divertido y muy apasionante. Para Ana, Karen y Anabel, este camino de comunicar la ciencia, no ha sido tan diferente.

Ana Peiró es médica farmacóloga y su pasión por el teatro la llevó a una profesión que dice ser a su medida. “A la par que caminaba por mi vida académica, tenía una pasión por el teatro. No sabía hablar en público y en mi desarrollo profesional no existían los cursos de formación en comunicación. Para formarme en comunicación, estudié teatro y, en esa vida tan paralela, se me juntó con la divulgación de la ciencia”.

“Haber venido a la FIL como médico y por haber publicado un libro con Big Van Ciencia, me parece un sueño: divulgar la ciencia y escribir un libro con compañeros de distintas disciplinas y sumando muchos puntos de vista”, añadió Ana Peiró.

La ciencia muchas veces es accidental, pero gracias a eso se obtiene conocimiento y, así como la ciencia, la llegada de Karen Rivera a la divulgación también fue inesperada. “Me interesaban temas delicados como la trata de blancas, tráfico de órganos… Pero al terminar la universidad, me surgió una oportunidad de trabajar en un programa de ciencia en Canal 22”, contó la periodista.

Y, así como por nuestra cabeza pasa la física, química y matemáticas al oír de ciencia, por la de Karen Rivera también. “¡Qué difícil!, ¿cómo voy a compartirlo? Me fui acercando a divulgadores como Antonio Lazcano y aprendí de ellos”.

Durante el proceso de aprendizaje, Karen reflexionó que la ciencia está “en todo lo que hacemos”. Además, cree que cuando compartes la ciencia “estás ayudando a la gente a comprender cómo funciona la vida, las relaciones humanas e incluso las relaciones políticas… Llegué de forma accidental y no me arrepiento”.

Divulgar la ciencia se trata de ser persistente. Así lo planteó Ana Peiró porque “en la vida, la ciencia y la comunicación hay muchos obstáculos, pero estoy programada para esto, no puedo hacer otra cosa. Llámenme rebelde”.

Karen coincidió que en la ciencia hay rebeldía porque todo el tiempo se está cuestionando lo que pasa a nuestro alrededor. “Continuamente soy rebelde, curiosa y eso no está mal porque nos abre panoramas distintos para que la gente pueda seguirlos. Yo, comunicadora de ciencia, doy una ruta para que el público se acerque a estos temas”.

La pandemia resaltó la importancia de la ciencia

“La pandemia destapó esta necesidad de darle más espacio a los científicos, comunicadores y divulgadores. Necesitamos ver a la ciencia como la amiga que nos hará la vida más fácil, no tiene la verdad absoluta, pero nos ayudará a cuidarnos como sociedad”, aportó Karen Rivera.

De igual forma, Ana cree que la pandemia trajo un realce a la ciencia, sobre todo en el área de investigación. “Nunca se ha hablado tanto de investigación, de la salud, ni de la necesidad de saber. Cayó una avalancha de fake news y nos la pasábamos más tiempo desmintiendo que generando evidencia”.

En muchos países, estas necesidades no están colocadas como prioridad. “La ciencia en muchos lugares es precaria, no tiene suficiente financiación pública, es cara y su ausencia, trae efectos a largo plazo, como lo que vivimos ahora con la pandemia. Requiere una inversión estable; además, es algo que se regresará a la sociedad”, añadió Ana Peiró.

Empoderar a través de la ciencia 

Lo que implica vacunarse contra la COVID-19 actualmente es un reto para las y los comunicadores de ciencia. “Mucha gente tiene miedo de vacunarse por los efectos o si realmente los protegerá, pero pocos saben que las vacunas que siempre nos han puesto tiene una efectividad del 50 por ciento. La cuestión es: ¿Cómo podemos hacer de la ciencia una guía para la toma de decisiones?”, cuestionó la periodista de ciencia.

“La ciencia no es opinable, no es visceral”, resaltó la divulgadora de Big Van Ciencia, pues el proceso para generar conocimiento es arduo y objetivo. “El dato es la fuente de conocimiento y después opinas. A veces parece que cualquier opinión es válida, pero hay que generar una sociedad que se empodere con ese conocimiento y a partir de ahí decida”, añadió.

Las personas no se vacunan porque sean negacionistas, sino porque tienen miedo y este se combate con información, así lo planteó Ana y agregó que “sin información no eres libre para decidir porque estás a la merced de tus temores”.

La evidencia no es suficiente para dar credibilidad a este tipo de conocimiento, pero, ¿cómo se logra acercar a las audiencias a la ciencia? Entre las sugerencias de Ana está la pasión, el humor y acercarse a las personas derribando mitos, miedos y prejuicios.

A diferencia de Ana, Karen lo hace a través de sembrar la curiosidad en lo cotidiano. “La ciencia está hasta cuando levantas la mano porque tu cuerpo es ciencia. A partir de preguntas que creo que le pueden interesar a la gente, les acerco a la ciencia”.

¿Faltan mujeres en la ciencia?

Muchas personas aseguran que “faltan mujeres en la ciencia”, pero sí las hay, ¿cómo se les puede dar ese reconocimiento?

Ana mencionó que hay un “efecto tijera” que persiste. “En las facultades de medicina, hay más mujeres que hombres. Quienes harán tesis doctoral: son más mujeres que hombres. Entre los catedráticos, hay un poco más de mujeres que de hombres. Titulares, directivas… Ahí somos menos. Además hay un montón de obstáculos abrumadores: el techo de cristal, la brecha salarial, los estereotipos… Por eso no tenemos referentes”.

En la pandemia, las publicaciones de mujeres en la ciencia cayeron un 50 por ciento, a diferencia de las de los hombres que se mantuvieron y en algunos casos aumentaron. “Las mujeres tuvimos que lidiar con el cuidado, la vida doméstica. Somos muy vulnerables”, explicó Ana.

Las mujeres no podemos alcanzar esos lugares que también nos corresponden, “tenemos una larga batalla aún. Necesitamos romper con estos estigmas”, dijo Karen. “Unirnos como mujeres es importante, pero estos cambios deben incluirlos a todos. Es esencial el género, porque una vez que juntas visibilizamos lo que nos ocurre, a partir de ahí hacer comunidad”, agregó Ana.

“El estereotipo se desintegra cuando tú lo ves. Necesitamos referentes y visibilizar a mujeres que en su momento no fueron reconocidas porque lo que no se nombre no existe. Debemos reescribir la historia”, dijo Ana.

En la edición de diciembre de #DiálogosNCC: “¿Hacia dónde va la divulgación científica después de la pandemia?”, estuvieron: Ana Peiró, médica farmacóloga y divulgadora científica en Big Van Ciencia; Karen Rivera, periodista cultural y de ciencia en Canal 22; y, Anabel Casillas, moderadora de este encuentro, comunicóloga y conductora de Ultravioleta Radio.

Por: Leslie Almanza / NCC Iberoamérica.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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