Washington, Estados Unidos

El acuerdo alcanzado en Dubai en el marco de la conferencia sobre el cambio climático de la ONU (COP), con un llamamiento a abandonar los combustibles fósiles, deja sensaciones encontradas: mientras los organizadores y muchos gobernantes lo aclamaron como un «hito histórico», los científicos especializados lo recibieron con escepticismo, críticas o cauto optimismo.

Muchos climatólogos consideran que el júbilo reinante entre quienes lo suscribieron el miércoles, en la capital de Emiratos Árabes Unidos, no refleja fielmente el alcance limitado del acuerdo.

«Poco convincente»

Michael Mann, climatólogo y geofísico de la Universidad de Pensilvania, criticó la vaguedad de la declaración sobre combustibles fósiles, que no tiene límites firmes y responsables sobre cuánto deben hacer los países y tampoco fija fechas precisas de los objetivos.

«El acuerdo para ‘abandonar los combustibles fósiles’ es, en el mejor de los casos, débil», declaró a la AFP. «No es convincente. Es como prometerle a tu médico que dejarás las donas después de que te diagnosticaron diabetes», dijo a modo de ejemplo gráfico.

«La falta de un acuerdo para eliminar progresivamente los combustibles fósiles fue devastadora», sentenció.

Mann reclamó una reforma sustancial de las normas de las conferencias COP, por ejemplo permitiendo que mayorías calificadas aprueben decisiones a pesar de las objeciones de estados petroleros reticentes como Arabia Saudita, y también prohibiendo que ejecutivos petroleros como el jefe organizador de la COP28, el emiratí Sultan Al Jaber, presidan futuras cumbres.

«Que las enmienden, pero que no las terminen. Todavía tenemos que seguir con las COP. Son nuestro único marco multilateral para negociar políticas climáticas globales», subrayó.

Sin embargo, Mann advirtió que «el fracaso de la COP28 en lograr avances significativos en un momento en el que se está cerrando nuestra ventana de oportunidad para limitar el calentamiento global por debajo de niveles catastróficos, es motivo de gran preocupación».

Sentencia de muerte

«Sin duda habrá mucho júbilo y palmadas en la espalda (…) pero a la física no le importará eso», dijo Kevin Anderson, profesor de energía y cambio climático de la Universidad de Manchester (Gran Bretaña).

La humanidad tiene por delante entre cinco y ocho años de emisiones al nivel actual antes de agotar el «presupuesto de carbono» necesario para mantener el calentamiento a largo plazo en los 1,5ºC necesarios para evitar los peores impactos del aumento de la temperatura planetaria a largo plazo, explicó.

Incluso si las emisiones de gases comenzaran a reducirse ya en 2024, lo que no es un requisito estampado en el acuerdo, tendría que acabarse con el uso de combustibles fósiles en todo el mundo hacia 2040, en lugar del «lenguaje fraudulento de cero emisiones netas para 2050» previsto en el acuerdo, según Anderson.

En su opinión, se trata de una «sentencia de muerte» por 1,5ºC, e incluso el objetivo menos ambicioso de reducir la temperatura global 2ºC, que conlleva de todas formas un riesgo significativo de desencadenar peligrosos puntos de inflexión en los sistemas climáticos del mundo, se está alejando.

«Muchos morirán»

Friederike Otto, climatóloga especialista en análisis del rol del cambio climático en fenómenos meteorológicos extremos específicos, también se mostró crítica con lo acordado: «Los intereses financieros a corto plazo de unos pocos han vuelto a imponerse a la salud, la vida y el sustento de la mayoría de las personas que viven en este planeta».

«Se considera un compromiso, pero debemos ser muy claros sobre aquello a lo que se ha comprometido», afirmó Otto, profesora del Instituto Grantham para el Cambio Climático, de Reino Unido.

En ese sentido, alertó: «con cada verbo vago, cada promesa vacía del texto final, millones de personas más entrarán en la primera línea del cambio climático y muchas morirán».

No obstante Johan Rockstrom, catedrático de Ciencias Ambientales que dirige el Instituto  Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK) en Alemania, argumentó que aunque el acuerdo de la COP no lograría llevar el aumento de la temperatura promedio  anual del planeta a 1,5ºC, seguía siendo un «hito crucial».

«Este acuerdo deja claro a todas las instituciones financieras, empresas y sociedades que ahora estamos por fin -con ocho años de retraso respecto al calendario establecido en el Acuerdo de París- en el verdadero «principio del fin» de la economía global basada en combustibles fósiles», indicó el experto sueco.

Por Issam Ahmed