Una vacuna experimental contra el VIH resulta prometedora en ratones y primates no humanos, pues los datos indican que es segura y provoca las respuestas inmunitarias celulares y de anticuerpos deseadas contra un virus similar al de la inmunodeficiencia humana.

El estudio que publica hoy Nature Medicine ha sido desarrollado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

La vacuna experimental está basada en ARN mensajero (ARNm), la misma tecnología usada para algunas vacunas contra la COVID-19, y los macacos rhesus inoculados con el preparado y múltiples dosis de refuerzo tuvieron un 79 % menos de riesgo de infección por el virus de la inmunodeficiencia humana-simio (VISH). Los primates no humanos no son susceptibles al VIH-1 (el tipo más presente en el mundo) y los científicos utilizan un VISH quimérico en entornos experimentales porque se replica en los macacos.

“A pesar de los esfuerzos realizados durante casi cuatro décadas por la comunidad investigadora mundial, una vacuna eficaz para prevenir el VIH sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar«, afirmó el director del NIAID, Anthony S. Fauci, coautor del artículo.

Este preparado combina “varias características que pueden superar las deficiencias de otras vacunas experimentales contra el VIH y, por tanto, representa un enfoque prometedor», indicó Fauci en un comunicado.

La vacuna experimental funciona como las de la COVID-19 basadas en ARNm, pero, en lugar de llevar instrucciones para la proteína de la espícula (S) del coronavirus, esta tiene instrucciones codificadas para fabricar dos proteínas clave del VIH, Env y Gag.

Las células musculares de un animal inoculado ensamblan esas dos proteínas para producir partículas similares a virus (VLP) con numerosas copias de Env en su superficie.

Aunque no pueden provocar la infección o la enfermedad porque carecen del código genético completo, estas VLP se equiparan al VIH infeccioso en términos de estimulación de respuestas inmunitarias adecuadas.

En estudios con ratones indujeron anticuerpos neutralizantes en todos los animales, y las proteínas Env producidas se parecían mucho a las del virus completo, lo que supone una mejora con respecto a anteriores vacunas experimentales contra el VIH.

El equipo probó también el preparado en macacos y a la primera inoculación le siguieron, durante un año, múltiples dosis de refuerzo que contenían ARN mensajero de Gag y Env de dos clados del VIH distintos del utilizado en la principal.

Aunque las dosis de ARNm administradas eran elevadas, “la vacuna fue bien tolerada y solo produjo efectos adversos leves y temporales en los macacos, como la pérdida de apetito”, agrega la nota.

En la semana 58, los macacos vacunados habían desarrollado niveles medibles de anticuerpos neutralizantes dirigidos contra la mayoría de las cepas de un conjunto de 12 y además indujo una sólida respuesta de células T auxiliares.

A partir de la semana 60, los animales inmunizados y un grupo de control macacos no inmunizados fueron expuestos semanalmente al VISH.

Después de trece inoculaciones semanales, dos de los siete macacos inmunizados seguían sin estar infectados y los demás animales que habían sido vacunados presentaban “un retraso general de la infección, que se producía, por término medio, al cabo de ocho semanas”.

Los no inmunizados, sin embargo, se infectaron, como media, al cabo de tres semanas. El equipo perfecciona ahora el protocolo de vacunación para mejorar la calidad y la cantidad de las VLP producidas, lo que puede aumentar aún más la eficacia de la vacuna y, por lo tanto, reducir el número de inoculaciones primarias y de refuerzo necesarias para generar una respuesta inmunitaria sólida, señaló el investigador principal del informe, Paolo Lusso.

Por: EFE