Miami.-

La reducción del número de fumadores pasivos se estancó de 2011 a 2014 en EE.UU. por la «lenta» adopción de medidas restrictivas y el humo del tabaco llegó a afectar en ese periodo a 58 millones de personas, un 38 % niños, informaron  las autoridades sanitarias.

Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), basado en datos en 2013 y 2014, indica que uno de cada cuatro no fumadores estaba expuesto en esos dos años al humo de cigarrillos y que esa situación afectó en gran proporción a niños de 3 a 11 años.

Los ambientes libres de humo «son la mejor manera de proteger» a los fumadores pasivos, señaló Corinne Graffunder, directora de la Oficina de Fumadores y Salud de los CDC, como principal enseñanza extraída del estudio publicado.

El estudio constata que durante el período 2011-2014 el porcentaje de fumadores pasivos no disminuyó significativamente en la mayoría de los subgrupos demográficos, pese a que se habían logrado reducciones en las tres décadas previas.

La agencia federal atribuyó el estancamiento a la «lenta» adopción local y estatal de las prohibiciones de fumar en sitios de trabajo, restaurantes y bares durante el período estudiado.

Precisó que actualmente 27 estados y el Distrito de Columbia tienen dichas prohibiciones, pero su adopción «se ha desacelerado en los últimos años».

Sin embargo, aclaró que durante 2015-2017, 199 jurisdicciones adoptaron leyes y 21 las han implementado hasta julio pasado, lo que podría reflejarse en estudios futuros sobre fumadores pasivos.

El director de los CDC, Robert R. Redfield  lamentó que «no existe un nivel seguro de exposición al humo de segunda mano», el cual contiene más de 7.000 productos químicos, incluyendo unos 70 que pueden causar cáncer.

La agencia federal resaltó que persisten ciertas disparidades entre los afectados y entre ellas mencionó que dos de cada tres niños afroamericanos están expuestos al humo de fumadores, lo mismo que más de tres de cada diez no fumadores con estudios inferiores a secundaria.

El humo de los cigarrillos y otros productos usados por los fumadores, recordó, es causante del síndrome de muerte súbita infantil, infecciones en las vías respiratorias y el oído, así como ataques de asma en lactantes y niños.

De igual forma, puede causar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón en adultos no fumadores.

La exposición al llamado «humo de segunda mano» causa más de 41.000 muertes por cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas entre adultos no fumadores y 400 muertes por el síndrome de muerte súbita de lactantes, según datos de 2014 del Cirujano General de EE.UU.

Por: EFE