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¿Por qué estudiar lo diminuto? En la FIL Guadalajara 2023

Published 5 meses ago Equipo Editorial NCC5 meses ago • Bookmarks: 16

Javier Santaolalla y Rogelio Tomás en la FIL 37. Imagen de la Universidad de Guadalajara.

Guadalajara, México

¿Habría imaginado Demócrito que en el siglo XXI la ciencia sería tan popular y divertida? Precisamente esa es la labor del divulgador científico: acercar, enseñar y encantar a la población en general sobre la ciencia y el conocimiento que se produce en la esfera del laboratorio y del escritorio.

Es algo que la celebridad científica Javier Santaolalla logra con elocuencia, carisma y vocación. En una masiva charla que llevó el nombre “¿Por qué estudiar lo diminuto?’’, el físico y divulgador, abarrotó un salón en la 37ª edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2023.

El invitado especial de la conferencia fue Rogelio Tomás, un destacado físico miembro del CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear o Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales), con importantes contribuciones a la física de aceleradores, diseño óptico y técnicas de medición y corrección óptica aplicadas a proyectos de colisionadores circulares y lineales, según el sitio web del propio Rogelio.

Rogelio Tomás inició esta interesante conversación con una reflexión acerca de la necesidad primitiva que tiene el ser humano por descubrir y explorar: “Dividir la materia hasta el infinito, es innato de nuestra especie, buscamos intentar entender el mundo y el universo’’.

Los griegos ya lo hacían, agregó. Demócrito fue un polímata y fundador del atomismo hace más de dos milenios y Rogelio fue parte del equipo de 10,000 científicos e investigadores creadores del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, en inglés Large Hadron Collider) lanzado en 2008: el acelerador de partículas más grande y de mayor energía que existe creado por el ser humano en la historia del mundo ubicado en el CERN.

Del átomo a la física de partículas

El científico, llevó a la audiencia de la FIL a un recorrido por la línea del tiempo de la historia de la física, cuando filósofos griegos como Leucipo y Demócrito propusieron que la materia estaba compuesta de partículas indivisibles llamadas átomos.

Para el siglo XX, se realizaron los avances más significativos con los descubrimientos de algunos científicos como Rutherford y Chadwick sobre el protón, el electrón y el neutrón.

La física de partículas en la vida cotidiana y la sociedad

Muchas personas se preguntan, ¿física de partículas? ¿Y eso para qué? El desarrollo de la ciencia y la tecnología tiene más relevancia en la vida cotidiana de lo que podemos imaginar. La luz eléctrica es un ejemplo de ello, el transporte o el Internet. En muchísimos casos, el desarrollo tecnológico bien aplicado, beneficia a la humanidad.

El estudio de estas áreas tienen el potencial de contribuir en campos como la medicina en los rayos x y la detección de enfermedades, o en la industria y la tecnología y su desarrollo en materiales, de compuestos semiconductores y en la aeronáutica.

Además, la física de partículas permite una mayor comprensión de la naturaleza de la materia y la energía: elementos básicos del universo.

El científico español Javier Santaolalla, nacionalizado mexicano, cerró la conferencia con una cómica sesión de preguntas al físico Rogelio Tomás, pidiéndole que explique a través de conceptos de la física, expresiones mexicanas como: “Ir en ching*”, “En putiz*” o “Ahorititita”.

También lanzó preguntas al público y a Rogelio Tomás como: ¿Determinismo o libre albedrío?, ¿Multiversos sí o multiversos no? ¿Viajes al pasado sí o no? Los asistentes estuvieron atentos, divertidos y participativos a la actividad de Santaolalla.

Aún quedan muchos secretos del Universo y de la física como la antimateria, la materia oscura, la teoría de cuerdas y más campos por descubrir, así como de la vida natural y social. Los ponentes se mostraron conmovidos de saber que en el mundo y en México, hay personas entusiastas por encontrar respuestas a incógnitas que se hace el ser humano e inspiraron que entre esas personas, se puede encontrar el próximo Einstein o Curie.

Por: Valeria Llamada / NCC Iberoamérica