Cuba.

Sentado en la sala de su casa, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, el cubano Enrique Hierrezuelo rememora con gratitud sus años de estudio en China, donde se formó como técnico de aviación. Hierrezuelo, de 81 años, contó que llegó por primera vez a China en octubre de 1961, con 18 años recién cumplidos, concretamente a la provincia de Liaoning, al norte del país, para especializarse como radista, electricista, mecánico y armamentista de aviones.

Recordó la decisión del Gobierno cubano de enviar a China a un grupo integrado originalmente por 223 jóvenes que, durante dos años, se formaron como pilotos de combate y técnicos de tierra en las ciudades chinas de Linfen y Shenyang, para después incorporarse a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.

“Yo creo que ahí me formé, me ayudaron a formarme. Yo tengo mucho agradecimiento por los pueblos chinos, por los profesores que nos impartían las clases que nos ayudaron a formarnos militarmente o como personas”, dijo el técnico cubano de aviación, Enrique Hierrezuelo.

Según recordó, en el grupo todos eran muchachos jóvenes que salían de Cuba por primera vez, sin embargo, con mucha voluntad y esfuerzo lograron vencer todas las disciplinas de su preparación militar. Pese a las dificultades que había en China entonces, continuó Hierrezuelo, la atención que recibieron «fue muy buena en todo momento», de ahí que siempre logró sentirse «como en casa», sin importar el frío, la distancia y la barrera del idioma.

“Fue un ejemplo de una amistad de muchos años que no solo se ha dicho de palabra sino en hechos  porque la República Popular de China se ha manifestado muy bien en palabras y materialmente. Las formaciones que han realizado y el diálogo que siempre ha existido entre el gobierno de China y el gobierno de Cuba y todos siempre han sido muy satisfactorios”, comentó Hierrezuelo.

Tras pasar los dos años de estudios, en 1963, se graduaron 117 pilotos y 106 técnicos de tierra de aviones a reacción y helicópteros, entre ellos Hierrezuelo. Todos ellos posteriormente conformaron el cuerpo central de la Fuerza Aérea de Cuba. Hoy en día, 63 años después de esa experiencia, Hierrezuelo aún se mantiene muy lúcido y activo, ya retirado de las actividades laborales, ahora se dedica a disfrutar y cuidar de su familia. Actualmente, Hierrezuelo todavía conserva una decena de pequeñas fotografías de aquella época de estudios en China, junto con su certificado de graduación y las notas.

Al encontrarse varias veces al año unos compañeros veteranos militares formados en China, algunos de ellos todavía son capaces de entonar un par de canciones aprendidas durante esos dos años, incluido el propio Hierrezuelo.