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Los microscopios, el instrumento que permite observar pequeñas células

Published 1 año ago Noticias NCC1 año ago • Bookmarks: 11

Image by fernando zhiminaicela from Pixabay

México.

El planeta es hogar de millones de seres vivos. Unos grandes, algunos de menor tamaño y otros pequeñísimos, constituidos por unas cuantas células e incluso otros solo por una.

Bacterias, protozoarios y algunos hongos son ejemplos de esta diversidad poco conocida. Habitan en nuestro cuerpo, en un pequeño charco, en la inmensidad del océano, en todas partes.

Los tardígrados son ejemplo de estos microorganismos, a pesar de que miden menos de un milímetro, son los seres vivos más resistentes que conocemos. Pueden sobrevivir a temperaturas de -200 grados Celsius y tan calientes como los 150 grados.

Incluso sobreviven a la radiación en el espacio exterior. Aunque se ha investigado mucho sobre ellos, aún queda bastante por conocer. Los seres diminutos conforman la mayor parte de lo que hay en la naturaleza, pero no podemos verlos a simple vista.

El microscopio es nuestra ventana a este mundo. Un instrumento que tuvo su origen en el siglo XVII y desde entonces se ha perfeccionado y diversificado. En el Instituto de Biotecnología de la UNAM se encuentra el Laboratorio Nacional de Microscopía Avanzada, que cuenta con los equipos más modernos en el mundo para la investigación científica.

Son equipos con los que se pueden observar objetos de hasta diez nanómetros, el equivalente a una millonésima de centímetro. Con estos instrumentos es posible visualizar organismos, células y procesos como neuronas interactuando o células siendo infectadas por virus.

Esos espermatozoides activan moléculas que reciben señales del óvulo indicando su ubicación, guiándose en su travesía para dar origen a una nueva vida. Con el propósito de que el acceso al microcosmos no sea un privilegio de los científicos, los investigadores de este laboratorio desarrollan un proyecto para llevar microscopios a las escuelas de México.

Se trata de microscopios ópticos de bajo costo construidos con una impresora 3D y materiales didácticos complementarios. Con ellos se puede observar las células en una muestra de sangre, el polen de una flor o todo lo que hay en una gota de agua.

Así, las escuelas pueden contar con instrumentos que ayuden a despertar la curiosidad científica en los niños. En tres escuelas de nivel primaria, secundaria y preparatoria en el municipio de Cuetzalan, en Puebla, se llevó a cabo una prueba piloto de estos microscopios.

El siguiente paso es realizar una segunda prueba en 40 escuelas del estado de Morelos, en colaboración con el Instituto de la Educación Básica de esa entidad.

Finalmente, se planea extender el proyecto a las escuelas públicas del país. Vale la pena echar un vistazo a la extraña belleza de un mundo donde no llega el ojo humano, pero que es parte fundamental de la naturaleza.

Por DGDC.