Guadalajara, México,

Cerca de concluir el Festival Internacional del Cine en Guadalajara, desde Ambulante más allá en la conferencia: “El futuro es femenino: Una nueva generación de realizadoras”, cuatro mujeres dejan clara la necesidad de realizar más material audiovisual desde las miradas femeninas.

Itzel Guzmán y Rosario Robles iniciaron la charla platicando sobre lo que es Ambulante más allá; un grupo de personas preparadas para buscar jóvenes en el país que tengan una historia que contar o evidenciar para “tener un testimonio de lo que está pasando a su alrededor”.

Ambulante, más allá dio la oportunidad a Itzel y Rosario para que pudieran contar su historia con todas las herramientas que se necesitaran; desde conocimientos de todos los expertos que les acompañaban, hasta hospedajes y traslados para que no tuvieran ningún impedimento.

Rosario realizó un documental titulado Todo lo posible, en donde se relata a través de recuerdos el proceso de detención del esposo de la protagonista, Irma, luego de participar en una marcha. Irma narra cómo fuera para ella buscar la liberación de su cónyuge.

Itzel realizó un cortometraje titulado Carta al campo, a través de la historia de Jorge, un campesino, hace un homenaje a las personas que se dedican al campo. En el documental se cuenta la vida de Jorge, quien migró a Pachuca por cuestiones económicas y académicas: “una historia bonita y llena de sensibilidad”.

Importancia de formar a las mujeres en el documental

“Esto del futuro es femenino yo ya me aventuro a trasladarlo al presente”, dijo Lourdes Roca antropóloga y comunicóloga, quien comentó que hay un enorme protagonismo de la mujer desde hace un tiempo en el ámbito social y audiovisual.

Natalia Beristain, concordó con la intervención de Lourdes en el sentido de que, al menos en el ámbito académico del cine, las mujeres están tomando fuerza: “un eslabón de toda una cadena”; sin embargo, “la cadena de pronto se va truncando” porque hay mujeres que no tienen la misma oportunidad de realizar sus trabajos completos.

Lourdes agregó que históricamente en todo el mundo se ha masculinizado la estructura del cine: “es impresionante la invisibilidad de las autoras documentalistas”.

¿Las estructuras de rodaje impactan?

Natalia afirma que sí: “se impregna en el material” “sí hay una forma de ver el mundo que pasa por la experiencia femenina”; se modifica la forma de hacer proyectos. Dijo que ocasionalmente en programas ha sido la única mujer en el set. Aunque sus proyectos colaboren muchas mujeres, la estructura en general sigue dominada por los hombres.

Tradicionalmente se ha pensado que el cine y otras actividades, no son para las mujeres: “el protagonismo masculino sigue imperando”, dijo Lourdes y agrega que sobre el detrás de cámara, las posibilidades son muchas. La efervescencia con más mujeres, se vuelve mayor y sí transforma lo que vemos: “la cámara es un sujeto clave dentro de la creación de historias, es medular”.

Itzel dijo que pese a que todo el equipo en Ambulante no es femenino, los compañeros hombres lograron adaptarse para trabajar. Se tiene la idea que trabajar sólo con mujeres es difícil por la idea de competitividad “entre nosotras”, pero se puede trabajar muy bien: “cuando tienes amistades entre mujeres, existe un apoyo de hermandad muy importante”.

Hay una actual y necesaria reeducación en los imaginarios colectivos sobre cómo narramos y vemos, es un camino “conmovedor y esperanzador” al ver nuevas formas de contar historias como el corto de “Ellas”. Tener un sólo punto de vista ya está caduco, mencionó Natalia.

Podemos encontrar en otros trabajos audiovisuales el protagonismo y el papel importante que las mujeres desempeñan, formas distintas de representar que son necesarias para ver desde otra perspectiva la representación de la mujer en el cine. Rosario agregó que necesitamos más miradas femeninas.

El acceso al cine no es el mismo para todas

“En un país donde hay 11 feminicidios al día, y un 95% de impunidad, más otras microviolencias” cuando realmente podamos hablar de la importancia de las mujeres en estos espacios, es más relevante resolver otro tipo de circunstancias, dijo Natalia.

Lourdes comentó que, con el cine no se cambia el mundo pero es un ingrediente importante; sin embargo, es prioridad cambiar las condiciones sociales y económicas de existencia de las mujeres de todo el mundo antes de pensar en un tipo de incidencia de lo femenino en el cine.

Itzel cree que las condiciones educacionales desde pequeños son clave para otorgar libertades y seguridad a los niños para elegir lo que quieren hacer. Rosario agregó que en el ámbito del cine habrá mujeres cuando dejen de violentarse: “las queremos vivas”.

Por: Leslie Almanza / NCC Iberoamérica