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El muralismo como una expresión plástica “muy mexicana”

Published 1 año ago Equipo Editorial NCC1 año ago • Bookmarks: 27

Guadalajara.

“El muralismo es una expresión plástica muy mexicana”, así abrió el economista, Leonardo Lomelí, la presentación del libro “El espíritu del 22. Un siglo de muralismo en San Ildefonso”, en la edición 36 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Con el ambiente de un conversatorio, los autores mencionaron que este libro “es un proyecto académico pero también pictórico y editorial”. En sus páginas se hace un análisis con diversas voces, sobre las obras de diferentes pintores mexicanos, en el colegio de San Ildefonso.

Los autores describen este libro como “un parteaguas en la historia del muralismo”, ya que se hace un recorrido histórico desde el nacimiento del movimiento en la Universidad en San Ildefonso en 1910, con el mural “La Creación” de Diego Rivera, hasta nuestros días.

El muralismo en México

Vázquez mencionó que el muralismo en México surge dentro de un panorama identificado como “el siglo de las revoluciones”. Es por esto que el movimiento se caracteriza de obras que representan la resistencia y la crítica política de los autores, así como sus peticiones sociales.

Durante la presentación, los autores hicieron mención de diversos pintores que formaron parte del movimiento muralista en el país como Diego Rivera, José Vasconcelos, Fernando Leal y José Clemente Orózco.

Al mismo tiempo, hicieron hincapié en la importancia de revalorar el papel de las mujeres dentro del movimiento, como Frida Kahlo y Aurora Reyes.

Las mujeres en el muralismo

Como en la mayoría de los espacios públicos, las mujeres siempre han trabajado el doble para ser representadas y tomadas en cuenta, por lo que el muralismo no fue la excepción. En la presentación se habló sobre las dificultades que las mujeres enfrentaron al incursionar en este ámbito.

Las mujeres muralistas “crearon un nuevo imaginario de la mujer”, ya que se propuso un nuevo estereotipo de mujeres, una que iba armada y con capacidad de reflexión sobre la vida social y política.

Al mismo tiempo, se habla del muralismo como una forma de expresión de quejas donde “las mujeres pusieron su marca en sus temas, hablando del cuerpo y del dolor del cuerpo”, expresó Rosa Beltrán, como un común denominador en la mayoría de sus obras.

Por otro lado, NCC Iberoamérica tuvo la oportunidad de hablar un poco con Angélica Velázquez, una de las autoras del libro, quien nos compartió que desde sus inicios, “el muralismo se concibió como una actividad masculina que requería de una fuerza corporal y física que las mujeres no tenían”. Esta situación volvía más complicada la integración de las mujeres en la actividad.

“Durante mucho tiempo, las mujeres muralistas desafiaron a los hombres que se oponían a que hicieran pintura mural”, añadió Velázquez .