En Nueva Prosperina, un sector complicado de Guayaquil, un grupo de jóvenes se prepara para competir en el Mundial de Robótica. Ellas han diseñado y programado sus propios prototipos, logrando un avance significativo en un entorno marcado por la violencia. Su participación en este evento representa un paso importante para ellas y para su comunidad.
Valeria Sankan, quien fue inspirada por su hermano mayor a los 8 años, es una de las niñas que viajará a Turquía para las Olimpiadas Mundiales de Robótica. “Me ha interesado más la robótica y antes pensaba en ser chef, pero me interesó más la robótica y pienso desenvolverme en eso de grande”, contó Sankan.
A lo largo de estos años, su pasión por la programación y la robótica ha crecido, transformando su perspectiva y sueños profesionales. Gracias al programa Innova, su interés por la informática se ha fortalecido y su rendimiento escolar ha mejorado. El programa Innova, liderado por la Organización Hogar de Cristo, ha impulsado la participación de niñas en áreas STEM desde 2016. Aunque al principio había más niños que niñas en el programa, esa brecha se ha reducido con el tiempo.
En un entorno como Nueva Prosperina donde las oportunidades educativas son limitadas y la violencia es un constante, estas actividades se convierten en un faro de esperanza y desarrollo para las nuevas generaciones.
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